El hongo de 407 millones de años
Es un patógeno vegetal fúngico. Se conserva en las colecciones de fósiles del Natural History Museum. El hongo de 407 millones de años es el hongo causante de enfermedades más antiguo.
Potteromyces asteroxylicola ha sido nombrado en honor a la célebre autora de la Historia de Peter Rabbit y entusiasta de los hongos, Beatrix Potter. El hallazgo se pùblica en Nature Communications. Los estudios sobre el crecimiento de los hongos se adelantaron décadas a la investigación científica. Este hongo se halló en muestras fósiles de Rhynie Chert, un yacimiento de fósiles en Escocia. El sitio es conocido por una comunidad de plantas y animales del Devónico.
Precedente histórico
El nuevo estudio se dirige a los hongos que causan enfermedades, como el fresno. Actualmente diezman los fresnos nativos del Reino Unido. Otros hongos pueden hacer circular los nutrientes de los que dependen las plantas y otros organismos para sobrevivir. Ambos tienen un precedente histórico en Potteromyces.
La Dra. Christine Strullu-Derrien es asociada científica del Natural Hstory Museum. Describe la nueva especie en un comunicado: «Antes se han encontrado otros parásitos fúngicos en esta área. Pero este es el primer caso de uno que causa una enfermedad en una planta. Es un punto valioso a partir del cual fechar la evolución de diferentes grupos de hongos, como Ascomycota, el filo de hongos más grande».
Se encontró el primer espécimen de Potteromyces en 2015. Sus estructuras reproductivas son conocidas como conidióforos. Tenían una forma y formación inusuales como nunca antes se habían visto. Igualmente inusual fue el hecho de que se encontró este misterioso hongo atacando una planta antigua llamada Asteroxylon mackiei. La planta había respondido desarrollando crecimientos en forma de cúpula. Demuestra que debía haber estado viva mientras el hongo atacaba.
Especie nueva
Para que el equipo pudiera determinar que efectivamente se trataba de una especie nueva, era necesario encontrar otro caso del hongo. Esto se debe a que la naturaleza de los hongos difiere mucho entre los individuos.
La confirmación se logró cuando se encontró un segundo espécimen. Estaba en las colecciones de los Museos Nacionales de Escocia en otro portaobjetos procedente de Rhynie Chert. El hongo de 407 millones de años no estaba solo.