El gen de la felicidad
Acorde con un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Happiness Studies, las personas que se califican a sí mismas como «muy felices» son más propensas a compartir un determinado gen.
Para dicho estudio, los investigadores utilizaron datos de la Encuesta Mundial de Valores (EMV), reunidos entre 2000 y 2014. El EMV es un proyecto de investigación global, observando los valores y las creencias de las personas, y cómo éstos van cambiando con el tiempo. A partir de esto, analizaron el porcentaje promedio de las personas que se consideran «muy contentas» de los países de todo el mundo, así como los datos climáticos de dichos países, las enfermedades, datos económicos y la genética de la población. Según los investigadores, se encontró una «fuerte correlación» entre la felicidad de una nación y la prevalencia de una variante particular de la amida hidrolasa de ácidos grasos, o el gen «AHAG».
Según afirman, así se previene la descomposición de un producto químico, llamado anandamida, conocido por mejorar «el placer sensorial» al tiempo que ayuda a «reducir el dolor». Estos países están distribuidos por todo el mundo: desde Ghana o Nigeria, hasta México o Colombia, pasando por Suecia, Jordania o Tailandia.
Pero intentar reducir algo tan subjetivo y variable a tan sólo un gen es una gran simplificación. Incluso atributos como la altura se cree que son influenciados por muchos genes diferentes, por lo que se sugiere que algo tan complejo como la felicidad no debería de estar supeditado a un simple gen. Así pues, habrá que estar atento a posibles futuras investigaciones en el tema, para comprobar si la felicidad es un complejo sistema o tan sólo necesita de un gen. Tú, ¿qué piensas?