El futuro de los trajes espaciales, en el aire
La NASA tiene un serio problema con los trajes espaciales: solo le quedan 11, y no hay reemplazos.
Un nuevo informe de la Oficina del Inspector General (OIG) afirma que la agencia espacial NASA se está quedando sin sus trajes espaciales mayores, conocidos como Unidad de Movilidad Extravehicular (EMU). Solo quedan 11 de los 18 trajes originales, y pueden no ser suficientes para que la Estación Espacial Internacional (ISS) sea dada de baja en 2024 -fecha oficial, que muy seguramente no se cumplirá y se alargará-. De acuerdo con funcionarios de la agencia, sería «prohibitivo» construir más de estos EMUs.
De los siete trajes espaciales que faltan, cuatro se perdieron en los desastres del Challenger y del Columbia, uno fue destruido en la explosión del SpaceX en junio de 2015, otro se perdió durante las pruebas, y el último es un prototipo que no se creó con la intención de hacerlo usar. Sin embargo, algunos de estos 11 que «sobreviven» lo están haciendo con problemas: dos de ellos están siendo investigados y arreglados, puesto que tienen varios problemas en sus sistemas de agua.
Mientras tanto, los nuevos trajes espaciales no se están construyendo lo suficientemente rápido que se debería. La primera remesa de la nueva demanda no estará preparada hasta 2023, por lo que si el calendario se alarga un poco, no habrá tiempo de probar los nuevos componentes de la ISS.
La NASA ha perdido 10 años y 200 millones de dólares para crear un nuevo traje, sin haber tenido éxito: «a pesar de esta enorme inversión», señala el informe de la OIG, «la agencia sigue a años de tener un traje espacial listo para reemplazar al EMU y ser utilizado en futuras misiones de exploración».
Es posible que los once trajes espaciales que quedan sean suficientes para proteger a los astronautas de la ISS hasta el 2024, ya que estos han resistido varias décadas.
Pero estos estaban pensados para regresar a la Tierra para mantenerlos después de cada misión del transbordador espacial. Ahora que este ha sido retirado, las devoluciones y las inspecciones se han vuelto menos frecuentes. Los trajes permanecerán en la ISS durante seis años o 25 caminatas especiales más, lo que ocurra primero. Los astronautas realizarán alguna comprobaciones y mantenimientos de los trajes, pero en general estos serán llevados casi a su límite.
Recordemos que los trajes existentes hoy en día son demasiado pesados y no proporcionan la flexibilidad suficiente en las caderas y en las rodillas para posibles usos en la Luna o en Marte.
La NASA necesita un plan de acción. El informe señala que los trajes actuales fueron diseñados para utilizarse en misiones específicas: sobre todo la misión Apolo y el transbordador espacial. Como la NASA aún no sabe hacia dónde irán los futuros astronautas o lo que tendrán que hacer, aún no se sabe hacia dónde irán estos diseños, puesto que cada misión necesita unas características: temperaturas, radiación, presiones, movilidad… Habrá que esperar.