Su aporte es uno de los más importantes de la época: el bosón de Higgs. Su fallecimiento nos trae a la actualidad la relevancia de su descubrimiento. ¿Quién era Peter Higgs, el descubridor de “la partícula de Dios”?
«No disfrutaba el nombre. Pero reconoció que eso permitió que llegara a un público más amplio». Lo dice el doctor Saúl Noé Ramos Sánchez, investigador del Instituto de Física de la UNAM. Dice que el físico quiso nombrar a la partícu
la como la «maldita por Dios» (Goddamn particle).
Premio Nobel
Ramos Sánchez plantea una aproximación para entender el concepto de bosón y el de campo de Higgs Hay que imaginar una alberca en la que las partículas se mueven y se «empapan». Ese líquido del cual las partículas se impregnan es lo que les permite adquirir su masa. Así adquieren las características que podemos percibir en el entorno.
El aporte de Higgs influyó en la manera que entendemos el universo. El científico presentó su teoría del bosón de Higgs en la década de los 60. Pero apenas en 2013 recibió el Nobel. Un años antes, la Organización Europea para la Investigación Nuclear comprobó, la existencia del bosón.
«En el 2012, lo que se reportó es una partícula que coincidía en mucho con lo que había predicho Higgs. Por eso le dieron el premio», dice Ramos Sánchez. Este logro fue posible gracias al Gran Colisionador de Hadrones. Es el acelerador de partículas más grande del mundo. Consiste en un túnel en forma de círculo, con una circunferencia de alrededor de 27 kilómetros.
El principio del universo
Su función consiste en acelerar partículas a gran velocidad e incluso puede hacerlas colisionar. Recrea a nivel subatómico el principio del universo. Cuando se anunció el descubrimiento de la «partícula de Dios», Higgs rompió en llanto. «Para mí es algo realmente increíble estar vivo para ver esto», dijo.
El descubridor de “la partícula de Dios” nació en la ciudad de Newcastle en 1929. Se graduó con honores en Física en el King’s College. Posteriormente, se doctoró con una tesis titulada «Algunos problemas en la teoría de las vibraciones moleculares».
Concluyó su carrera académica retirándose como profesor emérito de la Universidad de Edimburgo.
