El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) que se encuentra en el CERN, en Ginebra, ha hecho chocar protones con iones de plomo por primera vez. Hasta ahora, el LHC solo había realizado estas pruebas con partículas iguales (protón-protón) por lo que el choque de protones contra núcleos presenta importantes retos técnicos, según ha señalado el Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN).
El LHC acelera habitualmente dos haces de protones en direcciones opuestas –de 0,45 a 4 teraelectronvoltios (TeV)– antes de hacerlas colisionar a una energía total de 8 TeV. En este experimento las partículas tienen velocidades distintas: un núcleo de plomo, que contiene 82 protones, es acelerado desde 36,9 a 328 TeV, mientras que un protón lo hace de 0,18 a 1,58 TeV. Para nivelar ambos estados energéticos antes de la colisión se sintonizaron los dos haces en distintas radiofrecuencias.
