El cielo del planeta se oscurece. Te explicamos porqué
El mundo se oscurece. No es que la noche esté ganando terreno al día, sino que se está produciendo una reducción gradual de la cantidad de luz solar que alcanza la superficie terrestre. Concretamente, la visibilidad del cielo ha descendido entre un 4 y un 16% en las últimas décadas. Este fenómeno fue bautizado por los científicos como oscurecimiento global.
El efecto fue detectado por primera vez por el científico ingles Gerry Stanhill mientras trabajaba en Israel. Comparando los registros de cantidad de luz solar actuales con los registrados en los años 1950, encontró que ésta se había reducido en una cantidad considerable. Al mismo tiempo, en diferentes lugares del mundo, a través de una metodología simple (evaporación del agua), se llegó a las mismas conclusiones.
El llamado oscurecimiento global es producido por las diminutas partículas que flotan en las zonas altas de la atmósfera, provenientes del humo de motores y fábricas, cenizas de incendios forestales, erupciones volcánicas y del polvo generado por la actividad humana. Todos estos desechos llegan hasta la estratosfera y actúan como un filtro que mitiga la radiación solar que llega a la tierra, contribuyendo también, a su enfriamiento.
Las partículas contaminantes que emitimos a la atmósfera forman “gotas microscópicas” que se unen por coalescencia (al igual que el mercurio). Toda nube contiene un determinado número de estas partículas pero el incremento causado por la contaminación atmosférica ha hecho que haya más de la cuenta. El tipo de nubes resultantes son más blancas que las normales y reflejan mejor la luz solar y como consecuencia, ahora se devuelve al espacio más luz solar que antes. Las nubes funcionan como grandes espejos.
Así que el oscurecimiento enmascara el efecto del calentamiento global producido por la emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, que sí atrapan el calor, pero que no afectan a la visibilidad.
Uno de los precursores de la Ciencia del clima, el ruso Mikhail Budyko, sugirió en 1974 que si el problema del calentamiento global aumentaba, una posible solución sería utilizar el fenómeno del oscurecimiento global para disminuir la temperatura, quemando para ello azufre en la estratosfera.
Sin embargo, los detractores de este remedio lo consideran peor que la enfermedad, porque provocaría diversos efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud humana, como la lluvia ácida y cambios en los patrones de evaporación y precipitación, que podrían causar desastres naturales de impredecibles consecuencias.