La falta de sueño hace que el sistema inmunológico entre en acción, reflejando la misma respuesta inmediata que tiene lugar tras la exposición al estrés, según un nuevo estudio publicado en la revista Sleep.
Una nueva investigación de los Países Bajos y el Reino Unido ha comparado a 15 hombres jóvenes y sanos en condiciones normales, y en condiciones graves de privación del sueño. Los mayores cambios se observaron en los glóbulos blancos conocidos como granulocitos, que mostraron una pérdida del ritmo día-noche. Según la autora principal del estudio, Katrin Ackerman: «futuras investigaciones revelarán los mecanismos moleculares que subyacen esta respuesta inmediata al estrés, y describirán su papel en el desarrollo de enfermedades asociadas con la pérdida de sueño crónica”.
