Más de una vez habréis visto a alguien de vuestra familia colocar una cucharilla de café en las boquillas del champán para » que no se le vaya el gas», pero al fin y al cabo es como si lo tapáramos con un trozo de papel de aluminio.
Es cierto que la cucharilla «cierra» la boquilla, pero parcialmente y se sigue escapando el gas, así lo demostraron un equipo de físicos y químicos del Centro Interprofesional de los Vinos de Champaña en 1995, en Francia.
El equipo realizó un estudio y con ello el curioso experimento de comparar como no se perdía el gas o se perdía menos, descorcharon varias botellas a la vez, a algunas botellas simplemente se les dejaban abiertas sin nada en la boquilla, a otras se les colocaba una cucharilla de una de plata o de un metal distinto, por ultimo otras botellas se encontraban cerradas por un tapón hermético y un último lote lo estaba por una cápsula.
La conclusión del experimento fue que el único «tapón» que conservaba el gas intacto fue el tapón hermético.
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