¿Cúando se formaron los anillos de Saturno?
Si los dinosaurios hubieran tenido telescopios, podrían haber sido capaces de presenciar algo realmente espectacular. Una nueva simulación sugiere que los famosos anillos de Saturno, así como la gran mayoría de sus lunas, nacieron hace 100 millones de años, cuando los dinosaurios aún vagaban por la Tierra.
Antiguamente se asumía que los anillos y sus satélites nacieron al mismo tiempo que el planeta, hace unos 4 millones de años. Esto puede ser cierto para las lunas más lejanas al globo, incluyendo Titán, pero hay evidencias que indican que las lunas interiores podrían ser mucho más nuevas.
Mientras que la Tierra tan sólo tiene una solitaria luna, en Saturno orbitan nada más y nada menos que 62 satélites. Estas lunas se empujan gravitacionalmente la una a la otra, ampliando gradualmente sus órbitas y alejándose del gigante gaseoso. Y cuando las lunas se alinean a la perfección, sus órbitas pueden estirarse aún más o incluso inclinarse.
Con estos datos, un equipo dirigido por el astrónomo Matija Cuk, del SETI, fue capaz de analizar la historia de las lunas de Saturno. Se encontró que las más grandes (Tetis, Dione, Rea…) tienen órbitas que están menos alteradas de lo que los científicos creían, lo que implica que no han existido el tiempo suficiente para sesgar las órbitas de los demás.
«Entonces surge la pregunta, ¿qué causó el reciente nacimiento de las lunas interiores?» Se pregunta Cuk en un comunicado de prensa. «Creemos que Saturno tenía una colección similar de lunas anteriormente, pero sus órbitas fueron perturbadas por un tipo especial de resonancia orbital que implica el movimiento de Saturno con el Sol. Con el tiempo, las órbitas de las lunas vecinas se cruzaron, y estos objetos colisionaron. Con los escombros resultantes del choque, se formó la presente serie de lunas y anillos».
Sin embargo, todavía hay varias incógnitas. Por ejemplo, los autores reconocen que, si las lunas son tan jóvenes, es difícil tratar de explicar cómo han llegado a estar tan llenas de cráteres en un corto período de tiempo. La teoría tendrá que someterse a un mayor escrutinio antes de que sea aceptada como un hecho científico.