¿Nacen más niñas que niños en época de crisis?
Científicamente, se ha demostrado la relación entre el estado anímico de la madre durante el periodo de gestación con el sexo del bebé. Las situaciones ambientales adversas podrían incluso incidir en los abortos espontáneos de los embriones masculinos durante los dos primeros meses de embarazo. Parece ser que este fenómeno se deba a las necesidades que el sabio cuerpo de las mujeres podría percibir para la supervivencia de la especie. Al menos eso demuestra un estudio llevado a cabo por el profesor Bryan Sykes, en el Instituto de Medicina Molecular de la Universidad de Oxford, y autor de “La maldición de Adán”. En su investigación, Sykes afirma que los machos resultan más caros que las mujeres en términos biológicos y antropológicos, pues la competitividad entre ellos les lleva a desgastar demasiada energía. Por otro lado, las hembras requieren menos alimentos durante periodo fetal. De ahí podría derivarse la conclusión de que, en época de escasez, nacerían más niñas que niños. Incluso se ha demostrado, que otra de las diferencias por las que la naturaleza podría decantarse más por una hembra que por un hombre en época de vacas flacas, sería por el fenotipo ahorrador de las mujeres, en contraposición a las posturas más “derrochadoras” de los hombres. Este patrón se repetiría tanto en épocas de crisis económicas, como en situaciones de desastres ambientales o guerras, en las que las madres no se sienten cómodas.
Algunos acontecimientos han evidenciado este fenómeno a lo largo de la historia, tales como el atentado de las Torres Gemelas de Manhattan, o nuestra propia experiencia en España, donde el miedo y la inestabilidad ante la dura crisis económica, además de haber reducido considerablemente la tasa de natalidad, los pocos nacimientos que se producen suelen ser, en mayor proporción, de niñas.