Normalmente, a la mayoría de la gente le resulta fácil distinguir cuando alguien está diciendo la verdad, y cuando alguien simplemente está bromeando. Pero a veces, dejarlo está claro está bien: para las personas con enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson o con autismo, puede encontrar una gran dificultad en esta diferencia. Pero investigadores de la Universidad McGill han creado un vídeo para ayudar a los investigadores a entender por qué ocurren estas dificultades, y en ello descubrieron que los hombres tienden a tener mayores problemas para identificar el sarcasmo que las mujeres.
«Tendemos a creer que las personas dicen la verdad la mayor parte del tiempo», explica Kathrin Rothermich, de la Escuela de Comunicación Trastornos de McGill, y co-autora del artículo publicado en PLoS ONE. «Así, el sarcasmo y las ‘white lies’ (traducido como ‘mentira blanca’, una palabra inglesa que se refiere a una mentira ‘bien intencionada’) parecen ir en contra de una comprensión básica de lo que ‘debería estar sucediendo en la conversación’. Esto puede ser parte de lo que los hace ser tan difícil de reconocer para algunos».
Para discernir por qué algunas personas suelen tener dificultades para saber la intención del orador, Rothermich y su colega Marc Pell pasaron dos años para crear y compilar un inventario de escenas cortas que mostraban a dos personas en diversas situaciones, interactuando entre ellas. Luego, mostraron los vídeos a un grupo de participantes ‘sanos’ para comprobar si podían determinar cuándo los personajes de los vídeos estaban siendo sinceros, cuando estaban bromeando, y qué señales vocales y faciales hacían.
Encontraron que las personas solían ser capaces de decir cuándo los personajes se burlaban entre sí, o cuando decían la verdad, pero las cosas se pusieron un poco más complicadas a la hora de detectar el sarcasmo. Curiosamente, los investigadores descubrieron que en comparación con las mujeres, los hombres tenían más dificultades para entender cuando se está utilizando el sarcasmo. Fue sólo cuando los personajes de los cortometrajes fingían ser dos amigos cuando los hombres fueron más capaces de detectar cuándo el sarcasmo entraba en juego.
Los vídeos ayudaron a saber que no sólo es el tono de voz a la hora de hacer los comentarios los que nos hacen detectar cuando alguien está siendo sarcástico, sino también la mezcla con las señales físicas, como las expresiones faciales, e incluso las relaciones entre los dos personajes. Por ejemplo, seguramente harás comentarios diferentes dependiendo de si la persona a la que estás dirigiéndote es un amigo cercano, un familiar o tu jefe. Anteriormente, la mayoría de los estudios hechos para indagar en estas formas de interacción social tendían a centrarse exclusivamente en las señales vocales.
