¿Como funciona el alcoholímetro?
Como todos sabemos un alcoholímetro es un instrumento que indica al soplar sobre él, el tanto por ciento de alcohol en sangre y se utiliza en los controles policiales de alcoholemia para saber si una persona está en condiciones de conducir o si simplemente, sobrepasa los límites de alcoholemia establecidos (0,5 gramos por litro en sangre o 0,25 mg/L de aire espirado). Es posible que en algún momento hayas intentado descubrir el funcionamiento de este dispositivo (especialmente después de una larga noche), ya que es realmente curioso que se pueda medir la cantidad de una sustancia en nuestra sangre mediante el aire que exhalamos…
El alcohol (como todas las drogas) una vez absorbido y distribuido por el torrente sanguíneo sufre un proceso denominado metabolización: Un proceso de transformación previo a la eliminación por el que el cuerpo neutraliza una sustancia activa. Gracias a este proceso el cuerpo puede excretar todo tipo de sustancias nocivas.
La mayor parte de la metabolización del alcohol se realiza en hígado. En este órgano una serie de enzimas actúan sobre las moléculas de alcohol descomponiéndolas y facilitando su posterior eliminación. Esto explica porque el hígado se ve afectado a menudo, en los casos de consumo masivo o continuado de drogas.
Existe un porcentaje en torno al 1% de alcohol que no se metaboliza y se elimina sin transformación alguna por orina, sudor y por medio del aire que exhalamos.
El alcoholímetro mide ese pequeño porcentaje de alcohol que expulsas por medio de la respiración. Posteriormente, en milésimas de segundo realiza una regla de tres por la que determina cual es el total de alcohol en sangre.
Una lectura artificialmente alta o baja puede resultar debido a diversos factores:
Para empezar la temperatura corporal y la composición sanguínea pueden alterar la relación de partición (los individuos con contenido reducido en sangre mostrarán una lectura BAC artificialmente alta).
El vómito o la sangre en la boca o el reflujo ácido pueden también distorsionar las lecturas a la parte alta.
La mayoría de los alcoholímetros tampoco pueden diferenciar entre el alcohol etílico y los compuestos químicamente similares como las cetonas, la acetona y la gasolina, por lo que la presencia de estas sustancias en el entorno de la prueba o en el sistema metabólico del sujeto también hará que se obtenga una lectura falsamente alta.
Una bebida reciente también puede producir una lectura aberrante ya que la porción de alcohol en la sangre se retrasa al consumo por varios minutos.
La interferencia eléctrica de los teléfonos celulares y los radios de la policía o la calibración incorrecta pueden producir resultados poco fiables.
Por último te interesará saber que a pesar de lo anteriormente mencionado los alcoholímetros especializados utilizados por la policía tienen muy poco margen de error, pero los alcoholímetros comunes no son del todo fiables, ya que puede determinar altos niveles de alcohol por distintos tipos de sustancias como el THC (producido por el cannabis) o el tabaco.