Un grupo de científicos mexicanos han logrado algo inédito hasta la fecha: identificaron un cadáver carbonizado basándose en los residuos estomacales presentes en gusanos que se alimentaron del cadáver. Los científicos compararon este material genético con el de numerosos desaparecidos, hasta hallar una coincidencia. La fiabilidad del resultado se estima en un 99,7% (muy elevada) y coincidía con una mujer desaparecida hacía más de dos meses.
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