La sonda Cassini capta una monstruosa tormenta en Saturno
Los gigantes gaseosos, como Júpiter o Saturno, a menudo tienen enormes tormentas eléctricas acompañadas de vientos huracanados que azotan su superficie. No se puede comparar estas monstruosidades con las tormentas terrestres, ya que las de los gigantes gaseosos pueden tener miles de kilómetros de amplitud, durar años y tener vientos de 500 o 600 kilómetros por hora. La gran mancha que se puede apreciar en muchas fotografías de Júpiter es una tormetna de este tipo. Recientemente, la sonda espacial Cassini ha detectado mediante imágenes de infrarrojos una enorme tormenta en Saturno, que arroja nubes de gas a temperaturas de 150 grados fárenheit a grandes alturas de la atmósfera del planeta, acompañada de una liberación de gas etileno.
Los colores rojo y verde de la tormenta que se pueden apreciar en la imagen no son reales, sino que son un efecto de la fotografía por infrarrojos. Numerosas fotografáis de cuerpos celestes, especialmente aquellos que se encuentran lejos de nosotros (nebulosas, estrellas…) se realizan mediante esta técnica, por lo que algunos colores se alteran.