Avances en la lucha contra la depresión
La depresión es una de las peores enfermedades que puede sufrir una persona: la sensación de que no hay progreso, y por lo tanto que no hay esperanza, puede ser uno de los peores aspectos de esta patología. Sin embargo, recientes investigaciones están tratando de identificar y tratar de una forma más eficiente la depresión.
El trastorno mixto afecta a aquellas personas que sufren tanto de depresión como de otras patologías, como la ansiedad, pero ninguna de ellas predomina sobre la otra ni tienen la intensidad suficiente como para ser diagnosticadas por separado. Una de las características más preocupantes de esta patología es su relación con el suicidio. La doctora Dina Popovic, que trabaja en la Universidad de Barcelona, es una de las autoras del estudio BRIDGE-II-MIX, que habla sobre el trastorno mixto, la depresión y otras enfermedades mentales.
Popovic estudió 2.811 pacientes diagnosticados con depresión, 628 de los cuales trataron de suicidarse. Según confirmó en el Colegio Neuropsicofarmacológico Europeo, en Amsterdan, «el 40% de estos pacientes que intentaron suicidarse tenían un trastorno mixto. Esto demuestra que el trastorno mixto es más peligroso que la depresión«. La doctora cree que este trastorno está ‘infradiagnosticado’ muchas veces, poniendo a muchos pacientes en un riesgo completamente innecesario. También, argumentó que las personas depresivas que presentaban una agitación psicomotriz (actividad motora intensa y sin ningún tipo de finalidad) tenía un riesgo de suicidio un 50% superior. «En nuestra opinión, observar estos síntomas en cada paciente es extremadamente importante, y tiene unas repercusiones terapéuticas vitales. Pero muchos de estos síntomas no se pueden ver a simple vista, las clínicas tienen que insistir más en el diagnóstico de la depresión antes de decidir un tratamiento definitivo«, afirma Popovic.
En la misma conferencia, los asistentes pudieron ver una demostración de cómo la estimulación magnética transcraneal (EMT) estimula al cerebro, un paso necesario para comprender ciertas partes de este órgano. La EMT envuelve de fuertes campos magnéticos la cabeza del paciente, y se ha usado para tratar a pacientes depresivos, esquizofrénicos y con dolor neuropático, siendo menos intrusivo que otros métodos.
Sin embargo, su éxito es muy poco consistente. Poco se sabe cómo el EMT logra sus efectos, y se espera poder avanzar a mejorar su uso, ya que es prometedor: en un estudio los investigadores observaron los impulsos de la estimulación magnética transcraneal con la ayuda de resonancias magnéticas, y compararon los resultados con un grupo que recibió una versión falsa de las mismas ondas.
«Hemos observado que una sesión de EMT modifica la conectividad de las redes cerebrales a gran escala, en particular la zona anterior derecha, un área clave en la depresión. También, encontramos que la EMT altera la concentración de los neurotransmisores (como los ácidos y-aminobutríricos, neurotransmisor principal del sistema nervioso central), que se consideran importantes en el desarrollo de la depresión», afirma el doctor Sarina Iwabuchi, de la Universidad de Nottingham.