Las misteriosas auroras boreales de Júpiter
Júpiter, como nuestro planeta, tiene distintas auroras cerca de sus polos. Una aurora se forma cuando las partículas, cargadas, son aceleradas por el campo magnético de un planeta y se estrellan contra la atmósfera, creando bellas luces en el cielo oscuro. En el caso de Júpiter, muchas de las ondas electromagnéticas lanzadas por sus auroras son rayos X, invisibles para los ojos humanos; pero son clave para comprender más acerca de cómo se forman las auroras en Júpiter.
En un estudio publicado en Nature Astronomy esta semana, un grupo de astrónomos anunciaron finalmente que pudieron observar en detalle el punto caliente de rayos X en el polo sur de Júpiter usando los datos de los observatorios espaciales XMM-Newton y Chandra. Sorprendentemente, los puntos calientes no estaban exactamente sincronizados en los hemisferios.
En la mitad sur del planeta, la aurora, rica en rayos, pulsa a una velocidad constante, aumentando un poco cada nueve o doce minutos. En el norte es mucho más errático. Se atenúa y se acelera a un ritmo que es aparentemente independiente de su contraparte del sur. Eso es diferente de la Tierra, donde la aurora, causada por la actividad solar, tiende a afectar tanto al polo norte como al sur de una manera más o menos predecible.
«El extraño comportamiento de los puntos calientes de rayos X de Júpiter plantea preguntas importantes sobre qué procesos producen estas auroras«, afirma la coautora del estudio, Licia Ray. «Sabemos que una combinación de iones de viento solar e iones de oxígeno y azufre, originalmente de explosiones volcánicas de la luna de Júpiter, Io, están involucrados. Sin embargo, su importancia relativa en la producción de las emisiones de rayos X no está clara».
Los científicos habían descubierto previamente que las tormentas solares causaban una mayor actividad en las auroras de Júpiter, pero les interesaba saber si otros factores, como el campo magnético masivo de Júpiter, tienen un mayor impacto en su formación.
Las auroras de Júpiter presentan otros misterios. El mes pasado, los científicos de la NASA midieron cantidades masivas de energía girando en el campo magnético de Júpiter, muy similar al tipo de energía que produce algunas de las auroras más brillantes de la Tierra, pero decenas de veces más poderosas. Sin embargo, extrañamente, esos altos niveles de energía no produjeron una aurora más intensa en Júpiter, otra forma de mostrar que sus auroras no coinciden del todo con las nuestras.
Para resolver el misterio, se va a tener que echar un vistazo más de cerca. La nave espacial Juno, actualmente en el planeta gigante, no tiene un instrumento de observación de rayos X, pero puede hacer otras mediciones de luz visible, ondas de radio y otras formas de radiación electromagnética. En combinación con los observatorios de rayos X más remotos, los investigadores esperan poder hacer coincidir las observaciones de los puntos calientes de rayos X con otros procesos físicos que Juno observa en la atmósfera y, finalmente, arrojar algo de luz sobre los turbios orígenes de estas auroras.