Los alimentos y el espacio nun
ca han sido buenos amigos. Las duras condiciones como el vacío o el frío dificulta poder llevar alimentos tal y como los saboreamos aquí en la Tierra. Normalmente suelen alimentarse de comidas congeladas, deshidratadas, conservadas o tratadas para poder sobrevivir mucho tiempo en buen estado.
Veg-01 es un proyecto creado por la NASA con el objetivo de cultivar frutas y verduras en el espacio sin la ayuda de luz solar ni de gravedad. Para ello, han creado junto con la empresa ORBITEC unos miniinvernaderos de nombre Veggie que utilizará tecnologia rotatoria para simular la rotación planetaria y generar una zona de microgravedad, permitiendo que las plantas puedan nacer y desenvoluparse. La luz será simulada con LEDs rojos, verdes y azules; los dos primeros son los necesarios para que las plantas crezcan, mientras que la verde será para que las verduras tengan su color natural y sea más familiar a los astronautas que las coman.
Con esta tecnología, en octubre de 2014 se consiguió cultivar las primeras lechugas espaciales que no fueron consumidas por precaución, sino que fueron congeladas y traídas a la Tierra para ser analizadas y comprobar si estas verduras eran comestibles o no. Tras comprobarlo, se dio por buena su composición y así poder cultivar una segunda tanda de lechugas, que fueron consumidas el pasado 10 de agosto, tras un proceso de desinfección con ácido cítrico.
La mitad de estas las hojas han sido consumidas y la otra mitad se han traído a la Tierra para ser analizadas de nuevo.
Este experimento tiene una importancia vital para dar el siguiente paso en la exploración espacial, la visita a Marte, pudiendo así llevar alimento fresco y saludable en dicha misión y para su futura (e improbable) colonización, así como también tendrá factores positivos en la mentalidad de los astronautas, pues puede servir de distracción y como terapia antiestrés, pues está demostrado que la vegetación mejora el ánimo de las personas y reduce su ansiedad.
