La adicción al amor y la adicción a la cocaína afectan las mismas partes del cerebro.
«Enamorarse afecta las mismas áreas intelectuales del cerebro y gatilla las mismas sensaciones de euforia experimentadas por la gente cuando consume cocaína.»así lo revela el artículo publicado por el Journal of Sexual Medicine de la Universidad de Syracuse.
La antropóloga Helen Fisher, de la Rutgers University, tras liderar un estudio que reunió a varias personas que habían terminado sus relaciones recientemente, y ver cómo sus áreas cerebrales relacionadas con la cocaína y la nicotina se estimulaban, cuando les mostraban imágenes de sus ex parejas, la investigadora concluyó que “el amor romántico es una adicción”.
De acuerdo con Fisher, este descubrimiento podría ayudar a superar los males de amor tratándolos como si fueran adicciones.