¿La Luna puede causar terremotos?
A pesar de que ocurren constantemente en todo el mundo, aunque no de una intensidad muy grande, los terremotos son uno de los fenómenos naturales más extendidos, pero también de los más enigmáticos, sobre todo en su mecanismo de activación. Un nuevo estudio verdaderamente sorprendente publicado en la revista Nature Geoscience ha puesto de manifiesto que algunos de los terremotos de la historia humana podrían haber sido desencadenados por la Luna.
Es bien sabido que el campo gravitatorio de la Luna genera las mareas en nuestro planeta; puede parecer bastante, pero tengamos en cuenta que, astronómicamente, es «poca energía», puesto que en otros puntos del Sistema Solar la influencia de la gravedad de los satélites puede provocar que se quiebren rocas y que la lava salga a la superficie del planeta.
Los sismólogos se han preguntado si hemos estado subestimando el poder de nuestro satélite. Ciertamente, no tiene la capacidad de emerger lava desde las profundidades, pero, ¿puede ejercer la fuerza suficiente como para desencadenar un terremoto?
Ciertas fallas profundas con zonas de subducción (áreas donde una placa tectónica se desliza bajo otra) son propensas al deslizamiento repentino; con esto en mente, un equipo de la Universidad de Tokio planteó la hipótesis de que la influencia de la Luna puede estar provocando pequeñas rupturas que permiten el movimiento de las fallas. Para poner a prueba esta idea, echaron una vista al registro de datos de los últimos 20 años para ver si los grandes terremotos han coincidido con luna nueva o luna llena, ya que en estos puntos el Sol y la Luna están alineados y los campos gravitacionales de los dos interactúan entre sí.
Cuando la Tierra ve una Luna llena, el Sol está tirando en un hemisferio y la Luna tira del otro. En teoría, este tipo de estrés podría quebrar algunas rocas internas.
Cabe destacar que, durante algunos de estos periodos de Luna llena, se produjeron varios temblores destructivos, incluyendo el de Sumatra en 2004, generando un tsunami que se cobró casi 250.000 vidas. Un poderoso sismo de 8,8 se registró en Chile el año 2010, también en Luna llena.
En Luna nueva, el Sol y el satélite están en el mismo lado del planeta, y sus campos gravitacionales tiran con fuerza desde ese hemisferio. Esto fue suficiente para desencadenar el terrible sismo de 2011 en Tohoku, cuyo tsunami impactó en gran parte del este de Japón.
Aunque no hay una evidencia directa que este fenómeno vaya correlacionado con un terremoto, se puede vislumbrar una luz que pueda dar paso a nuevas investigaciones que profundicen en esta hipótesis. «Nuestros estudios sugieren que la probabilidad de que haya un terremoto aumenta proporcionalmente con el nivel de estrés de las mareas», señalan los autores del estudio. «Llegamos a la conclusión de que los grandes terremotos son más probables durante los periodos de alto estrés en la marea».