Un año del trasplante de cara más completo
Hace un año, Patrick Hardison se sometió a un trasplante de cara, el cual era el más complejo y completo hasta la fecha. Desde entonces, Patrick cree que «la cirugía me ha devuelto la vida», y ha añadido que recientemente fue con su familia de vacaciones a Disney World, e incluso pudo bañarse en la piscina con sus hijos, algo que no hacía desde hace 15 años.
«Vivo el día a día, como todos los demás», explicó el trasplantado en una rueda de prensa realizada en el NYU Langone Medical Center, donde se llevó a cabo la operación en agosto del año pasad. «Se me ha permitido hacer cosas que no podría haber hecho nunca. Es indescriptible la sensación de libertad que es un hecho tan cotidiano como llevar a mis hijos a la escuela».
Desde que estrenó su nueva cara, ha tenido que sufrir varias pequeñas operaciones para ajustar sus párpados y labios, para retirar el tubo de alimentación de su abdomen y el tubo de respiración de su tráquea, y eliminar algún exceso de piel.
«No hay más miradas. No hay niños miedosos que huyen de mí. Ahora soy un tipo normal», dijo. «Ahora, quiero ayudar a otros a que no tengan miedo a este tipo de cirugía, especialmente compañeros bomberos y miembros de las fuerzas armadas. Definitivamente, hay esperanza».
Este bombero fue un pionero en este tipo de cirugía. Herido por una construcción que se incendió, sufrió graves lesiones faciales y quemaduras que, anteriormente, hubieran sido permanentes. Después de sufrir sus cicatrices durante 14 años, pudo recibir la cara de un hombre que falleció tras un accidente de bicicleta.
La donación no se aprobó hasta que los profesionales médicos estuvieran seguros de que la altura, el peso, el tono de piel, el color de pelo y la sangre de ambos fueran compatibles. La operación duró 26 horas e involucró a más de 100 personas, que trabajaban en dos equipos. En primer lugar, quitaron la cara llena de cicatrices del señor Hardison, antes de que unieran su nuevo rostro a sus complejas estructuras faciales, incluyendo músculos, vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.
Había un 50 por ciento de que sobreviviera a la operación, algo así como un «cara o cruz», pero afortunadamente, Patrick sobrevivió.
Sin embargo, aunque los cirujanos han trabajado todo lo posible para asegurarse de que la cara no sería rechazada por el cuerpo del paciente, siempre había una posibilidad de que, al igual que con cualquier transplante de órgano, su sistema inmunológico atacara la nueva cara. Se le ha administrado un tratamiento vitalicio de píldoras inmunosupresoras con el fin de evitarlo, pero los cirujanos están convencidos de que, en algún momento en el futuro, su cuerpo comenzará a rechazar su nuevo rostro. Se realizaría un tratamiento más fuerte en caso de que esto ocurriera, pero un año después, el cirujano que dirigió el equipo de trasplante de cara, Eduardo Rodríguez, es optimista.
«Estamos sorprendidos con la recuperación del paciente, que ha superado todas nuestras expectativas», dijo el doctor en un comunicado. «Lo más significativo de todo es la falta de un rechazo, de momento. Creemos que tiene mucho que ver con el enfoque que tomamos en el proceso de unión, para asegurar que el donante de Patric era el más favorable».
Patrick Hardison está disfrutando de la nueva vida que le ha traído su cara, y por ahora, no hay señales de rechazo. Este otoño, se producirá el encuentro entre el trasplantado y la familia del donante.