Xu Jianmei, de diecisiete años, es una chica de un pequeño pueblo de pescadores en la provincia de Fujian, en China. Lamentablemente, su cara fue desfigurada tras sufrir un incendio a los cinco años de edad. En ese momento, sus padres fueron incapaces de pagar el tratamiento, lo que significa que se perdería el periodo en que su organismo aceptaría una cicatrización óptima de injertos de piel. Durante la mayor parte de su vida, Xu ha vivido sin mentón, párpados, y una parte de la oreja derecha.
En 2012, se le ofreció la oportunidad de su vida. Los médicos le propusieron utilizar la fascia de los vasos sanguíneos de la pierna con el fin de hacer crecer la piel necesaria para su rostro. Se le colocó un globo en el pecho con el fin de hacer expandir y estirar la piel a medida que esta crecía. El proceso de crecimiento de la piel duró varios meses, y los expertos tuvieron que asegurarse de que la piel pudiera mantenerse con vida en su nueva ubicación antes de poder continuar con los siguientes pasos.
Los médicos que operaron a Xu confían en que será capaz de expresarse de forma más completa, y que será capaz de sonreír por primera vez desde que tenía cinco años de edad. De hecho, con el tiempo, será capaz incluso de ruborizarse.
