Una mandíbula 3D para un superviviente de cáncer
Shirley Anderson, un mecánico que sirvió a la marina estadounidense durante la guerra del Vietnam, fue diagnosticado con cáncer de lengua en 1998, después de notarse un bulto en la boca. El cáncer fue tratado durante dos años, con varias cirugías y radioterapia; incluso, se le aplicó una fuerte terapia que destruyó una parte importante de su tejido facial, dejándole sin mandíbula y sin nuez.
Los cirujanos, para solucionar el problema y reconstruir la zona afectado, utilizaron músculos del pecho, pero sus intentos fracasaron. Durante muchos años, este pobre hombre vivió sin una parte del rostro, siendo imposible comer alimentos sólidos o hablar.
Sin embargo, en 2012, el doctor Travis Bellicchi, un especialista en prótesis maxilofaciales de la Facultad de Odontología de la Uniersidad de Indiana, se hizo eco de su historia. A pesar de la magnitud de las prótesis necesarias para este caso, ya que los implantes serían cuatro veces más grandes que cualquiera de sus trabajos anteriores, el doctor Bellicchi decidió ayudarle.
El doctor creo, inicialmente, una prótesis utilizando los métodos tradicionales. Sin embargo, la prótesis no parecía tener una ‘harmonía’ con el resto de la cara, y parecía demasiado artificial. Así que al especialista se le ocurrió pedir ayuda a los expertos en los desarrollos de prótesis en 3D: «el proceso tradicional de impresión, fabricación y caracterización de moldes para estética es una tarea laboriosa», explica Traves Bellicchi, «pero sabía que la única solución era esta».
Con la ayuda del profesor Zeb Wood, de la Escuela de Artes y Ciencias Multimedia, el doctor creó un modelo digital de la cara de Shirley utilizando datos de la estructura ósea de una tomografía computarizada y una tomografía en 3D de sus rasgos faciales. El equipo utilizó la impresora 3D de Formlabs para crear un molde tridimensional de la cara del paciente, que luego utilizaron para la prótesis.
«Realmente, al finalizar el proceso, no pude creerme lo fácil que fue», afirma Cade Jacobs, estudiante de la Universidad de Indiana e implicado en el proyecto. «Habían estado luchando para obtener los mismos resultados desde hace mucho tiempo utilizando el método tradicional».
No sólo esta nueva prótesis es mucho más realista, sino que además es más transpirable, ligera y cómoda. En honor al paciente, el doctor Bellicchi ha bautizado este nuevo método de creación de piezas faciales artificiales como «la Técnica de Shirley». La prótesis son tan eficientes que su nuevo proyecto es similar, pero con una oreja.
El doctor Bellicchi añadió que «es un privilegio tener la oportunidad de trabajar con un paciente como Shirley, porque hace que el proceso sea más fácil. Él participa en mi trabajo para mejorar su prótesis; aunque es probablemente el reto más importante al que me voy a enfrentar nunca en mi carrera, creo que él se tiene que llevar más mérito».
Aunque Shirley sigue siendo incapaz de hablar, escribió en una pizarra que «tengo mi vida, y ha salido como yo quería».