Cultivan en el laboratorio un corazón humano que late
En este momento, 4.168 personas esperan un corazón en Estados Unidos. Y, con una enorme escasez de donantes, no todos estos pacientes podrán sobrevivir. El poder crear corazones trasplantables en un laboratorio ha sido uno de los sueños más antiguos de la comunidad médica, y un estudio publicado en la revista Circulation Research ha hecho un paso de gigante para que esto sea realidad: un equipo de investigadores ha hecho crecer con éxito un corazón humano que latía gracias al uso de células madre.
Investigaciones anteriores han demostrado que las impresoras 3D pueden ser usadas para fabricar segmentos del corazón utilizando material biológico. Ahora, un equipo de Hospital General de Massachusetts y de la Escuela de Medicina de Harvard ha llevado este concepto y lo ha combinado con células madre, para conseguir resultados espectaculares.
El principal problema de los transplantes de corazón, a parte de su escasez de donantes, es que hay una posibilidad de que el cuerpo receptor rechace el órgano. Su sistema inmunitario a menudo detectan que se trata de un tejido extraño y creen que se trata de una amenaza, tras lo cual se procede a su ataque y destrucción. La única manera de evitarlo son medicamentos que suprimen el sistema inmunológico, teniendo un éxito muy extraño.
Y aquí viene la importancia de las células madre, sobre todo de las totipotentes. Estas tienen la capacidad de convertirse en casi cualquier topo de célula en el cuerpo, incluyendo huesos, nervios y músculo.
Para esta investigación, las células madre de la piel fueron reprogramadas para convertirlas en células madre totipotentes. Estas fueron inducidas para convertirse en dos tipos de células del corazón, que se desarrollaron y crecieron en el laboratorio.
Después de sólo dos semanas, las células del corazón cultivadas en el laboratorio ya tenía forma de un corazón inmaduro. El equipo le dio una descarga eléctrica y este empezó a latir.
De esta manera, el corazón creado artificialmente sería reconocido por el sistema inmune del paciente como «amigable», lo que significa que el cuerpo no rechazaría el órgano.