Kepler es un satélite lanzado por la agencia del gobierno estadounidense NASA desde su sede en Cabo Cañaveral el 6 de marzo de 2009, con la misión de orbitar alrededor del Sol en busca de planetas extrasolares, en especial aquellos que sean similares a la Tierra y que puedan albergar vida o poder servir como remplazo a nuestro planeta cuando éste ya no pueda acogernos.
Desde su lanzamiento hace seis años, en una misión que durará hasta el año que viene (aunque en principio estaba previsto que durase hasta 2012 y lo prorrogaron hasta 2016, quién sabe si volverán a prorrogar su trabajo), Kepler ha descubierto un total de 446 planetas, con un total de 31 planetas potencialmente habitables.
A finales de julio de este año, la NASA ha descubierto el planeta que tiene unas características más parecidas al planeta Tierra, Kepler-452b, a unos 1.400 años luz de distancia, y con una vida aproximadamente de 1.500 millones de años mayor que nuestro hogar.
Hay varias características que le hacen similar a nuestro planeta; una es el tamaño siendo Kepler-452b un 60% más grande que la Tierra, y también está dentro de una zona habitable alrededor a una estrella que, tal y como pasa aquí, se parece al Sol y que tarda un tiempo parecido a dar una vuelta completa a su órbita: 385 días. Aunque su estrella es más vieja que la nuestra y por lo tanto, más grande, así que Kepler-452b tendrá una temperatura superior a la que estamos acostumbrados. Creen que Kepler-452b puede ser uno de los planetas que alberga vida extraterrestre, pero ésta estaría en peligro ya que su temperatura media sería de 29,35ºC, quince grados más que la Tierra, cosa que podría estar haciendo evaporar el agua que está en su superficie.
Aún así, aunque sea el planeta más semejante al planeta Tierra, Kepler-452b no es el planeta con una posibilidad mayor de habitabilidad. El primero sería Gilese 581 g, aunque éste podría no existir según nuevas informaciones. Kepler-452b se encontraría en la sexta posición de los mejores plantas potencialmente habitables.
