El hombre que sabía las contraseñas… y murió
US$137 millones en criptomonedas en juego
Se llamaba Gerald Cotten. Era el hombre que sabía las contraseñas de acceso a los monederos digitales de QuadrigaCX. Contenían U$137 millones en criptomonedas. Repentinamente, falleció. La plataforma que dirigía en Canadá se declaró en quiebra. Los usuarios, por supuesto, entablaron demandas. Y los abogados sospechan que Cotten no murió. Sospechan que el hombre que sabía las contraseñas fingió su muerte para huir, y piden ahora su exhumación.
Cotten falleció súbitamente el año pasado en India de complicaciones relacionadas a la enfermedad de Crohn. Después de su muerte, no fue posible localizar ni asegurar reservas significativas de criptomonedas en la plataforma. Cuando Cotten murió, el fundador tenía 30 años. Y era el único con acceso a los millonarios monederos digitales.
Su muerte prematura forzó el cierre de QuadrigaCX, que llegó a tener hasta 115.000 usuarios en una época.
¿Fingiendo su muerte?
Han surgido rumores online especulando que Cotten fingió su propia muerte para poder huir con los fondos y evadir la justicia, pero no ha surgido evidencia alguna de eso en el año desde que murió.
El viernes, un equipo legal que representa a los clientes de la plataforma en el proceso de bancarrota enviaron una carta a la Real Policía Montada de Canadá. Solicitan la exhumación y autopsia del cadáver de Cotten «para confirmar tanto su identidad como la causa de muerte».
Dicen que la información revelada durante el proceso «resalta una vez más la necesidad de tener certidumbre en torno a la cuestión de si el señor Cotten está en efecto muerto».
Con anterioridad, un reporte de la firma de auditoría Ernst & Young encontró problemas considerables en cómo la plataforma era administrada. Incluyendo el descubrimiento que Cotten había creado ciertas cuentas en Quadriga utilizando pseudónimos que pudieron haber sido utilizados para comerciar o intercambiar.
Otras sospechas
También se encontró que unas porciones sustanciales de fondos fueron transferidas personalmente a Cotten y a otras partes afines.
La firma auditora logró rescatar aproximadamente US$25 millones de fondos extraviados.
En agosto confirmó estar al tanto de «por lo menos cuatro revisiones independientes de organismos de seguridad o reguladores que están en progreso» relacionadas a la quiebra de la plataforma. Entre estos se encuentra el FBI.
En un comunicado enviado a través de su abogado, el viernes, la viuda de Cotten dijo estar «afligida de saber de esta solicitud».
Jennifer Robertson expresó que la muerte de su finado esposo «no debe ponerse en duda», añadiendo que no estaba claro cómo la confirmación de ésta «podría ayudar en el proceso de recuperación de bienes».
Es muy improbable, pero no imposible, que se confirme la teoría de los abogados que solicitan la exhumación. Es, tal vez, lo último a lo que pueden aferrarse miles de personas que perdieron su dinero, hecho de bits, unos y ceros, que ahora fluye por el río inconmensurable de la web. Como un río invisible.