La población de aves se reduce drásticamente
La cuarta parte ha desaparecido en Norteamérica en 50 años
¿Recuerdas la película de Hitchcock, Los Pájaros? En ella, la multitud inconmensurable de aves existentes ponían en peligro la vida. La realidad es otra. La población de aves se reduce drásticamente. En los últimos 50 años, la cuarta parte de las aves de Norteamérica desaparecieron. Son cada vez menos.
Lo publicó la revista Science. Sólo en EEUU y Canadá, donde se realizó el estudio, hay 3.000 millones de pájaros menos de los que había en 1970. ¿Qué quiere decir esto? Que en menos de 50 años se ha perdido a una de cada cuatro aves voladoras. Se alcanza la aterradora cifra del 29%. El dato no se refiere a la extinción de especies. Se explica debido a la abundancia de animales. Aunque no desaparezca un tipo concreto de pájaro, cada vez son menos.
Así empieza todo
Ambos procesos, en todo caso, están relacionados. La extinción comienza con la pérdida de abundancia en individuos. Esta, a su vez, puede provocar cambios en el ecosistema que resulten fatales para las especies. Además, las aves resultan un excelente indicador de la salud ambiental y la integridad de los ecosistemas. Esto se debe a que son más fáciles de observar y monitorear que otros grupos de animales.
Existen diferentes factores que influyen en el proceso. Algunos de ellos se aplican a otros problemas ambientales. Por ejemplo, la pérdida de hábitats el cambio climático o las cosechas sin regular. Hay también otras formas de mortalidad animal causada por los humanos. Un amplio equipo interdisciplinar, dirigido por el ornitólogo Kenneth V. Rosenberg, usó una red de 143 radares y diversas bases de datos para la elaboración del estudio. Sus conclusiones «apuntan a una urgente necesidad de enfrentarse a las amenazas para evitar un futuro colapso de la fauna aviar».
Un problema global
El científico Arvind Panjabi, del Bird Conservatory of the Rockies, ha explicado a este diario que, si bien los datos se han obtenido en Canadá y EEUU, hay que tener en cuenta dos factores. El primero es que esas mismas aves emigran a Sudamérica, donde, lógicamente, la población de aves se reduce también. Aunque, según supone, los expertos de esta región «seguramente no lo sepan».
Lo que nos lleva a la segunda cuestión: «Europa es quizá el único lugar con similares seguimientos a largo plazo de poblaciones de aves, y están sufriendo una pérdida de biodiversidad similar, sobre todo en las tierras agrarias». Es lo que advierte Pajabi, quien pronostica un declive similar en todas aquellas zonas donde «la agricultura se ha expandido e intensificado mediante el uso intenso de herbicidas y pesticidas en grandes monocultivos». Es decir, el estudio se ha hecho en Norteamérica, pero la tendencia es generalizada. En todo el globo, el cielo se vacía de pájaros.
La biomasa y su relación con la desaparición de aves
Hay que matizar que, en todo caso, la pérdida de abundancia observada no ha afectado por igual a todas las especies. Incluso algunas han aumentado su número. Pero Panjabi concede especial importancia al hecho de que «muchos de esos pájaros desaparecidos eran especies establecidas. Como gorriones, palomas o estorninos, que antes prosperaban en nuestros paisajes agrícolas».
De hecho, las imágenes de los radares muestran que la población de aves se reduce en la misma proporción que se pierde biomasa en sus rutas migratorias. Lo que indicaría una relación entre la extensión de determinadas técnicas agrícolas y la reducción de la abundancia de aves. “Las granjas y los pastizales conforman la mayor parte de nuestro paisaje», razona Panjabi. «Por lo que la pérdida de pájaros en estas áreas nos queda a muchos cerca de casa».
Tal vez sea hora de reescribir la película de Hitchcock. Podría contarse una historia en la que los pájaros desaparecen. Será, por supuesto, una película de miedo, porque la historia que cuenta se acerca a la realidad.