Está cerca del centro de la Vía Láctea. Es una extraña estructura en el centro de la galaxia, con forma de dos enormes burbujas dispuestas como un reloj de arena. Tiene una altura de varios años luz, según publica hoy la revista Nature.
Esa estructura es probablemente el resultado de un extraordinario estallido energético que se produjo hace varios millones de años. Sucedió cerca del agujero negro supermasivo que hay en el centro de la Vía Láctea (a unos 25.000 años de luz de la Tierra, qué cerca). Un equipo de astrónomos de 15 instituciones firma el estudio.
El centro de la Vía Láctea «es relativamente tranquilo. Si se compara con el de otras galaxias que tiene agujeros negros muy activos», señaló el primer firmante del estudio, Ian Heywood, de la Universidad de Oxford.
De todas maneras, ese agujero negro puede, de tanto en tanto, volverse anormalmente activo. Podría estallar al devorar de forma periódica grandes masas de polvo y gas. Es por esto que los expertos consideran posible que una de esas fases de gran actividad desencadenara poderosos estallidos que inflaron esa estructura nunca vista antes.
Ambas burbujas son casi idénticas en extensión y morfología. Los expertos creen que existen evidencias convincentes de que se formaron a partir de una violenta erupción. En un corto periodo de tiempo perforó en direcciones opuesta el medio interestelar.
Un súper telescopio
Esa extraña estructura en el centro de la galaxia se detectó con el nuevo radiotelescopio MeerKAT, del Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica (SARAO, por sus siglas en inglés) en Ciudad del Cabo.
El jefe de Astrofísica de la Universidad de Oxford, Steve Balbus, destacó que es «tremendamente emocionante poder observar el centro de la galaxia con tanta definición y precisión. Este es el agujero negro supermasivo más cercano a nosotros en el Universo. MeerKAT nos ha proporcionado asientos centrales en primera fila».
Por eso, consideró que van a aprender «muchísimo sobre cómo se alimentan los agujeros negros y cómo influyen en su entorno.
