Una cápsula que suministra insulina al estómago sin inyecciones
Y todo inspirado en una tortuga
Un efecto secundario particularmente desagradable de la diabetes es el tener que inyectarse insulina a diario. Ser capaz de administrársela más fácilmente, como tragar una píldora, aliviaría enormemente la carga de los pacientes con esta patología.
Ahora, investigadores del MIT han desarrollado precisamente eso: una pequeña píldora del tamaño de una uva que pueda tragarse, que contiene una pequeña aguja hecha de insulina comprimida, que se libera y se inyecta en el revestimiento del estómago. Aunque pueda parecer doloroso, no lo es: esa zona no tiene receptores del dolor.
Un problema que han tenido otras cápsulas similares es que la insulina se descomponía con el ácido del estómago antes de que llegara al torrente sanguíneo. Por lo tanto, los investigadores necesitaban asegurarse de que sus pequeñas agujas de insulina solo se inyectarían en la pared del estómago. Entonces, recurrieron a un animal para buscar la inspiración: la tortuga leopardo.
Las tortugas leopardo se encuentran en África y tienen caparazones muy bien «diseñados». Son inusualmente altos, con lados empinados, lo que es muy útil si, por lo que sea, se ponen bocarriba. Los científicos modelaron por ordenador su propia versión del caparazón de esta tortuga, creando una cápsula que puede orientarse correctamente, incluso en el estómago.
La aguja está unida a un pequeño resorte comprimido que se mantiene en su lugar con azúcar; cuando esta llega al estómago, este azúcar se disuelve, liberando la carga y la aguja a la vez. Cuando el dispositivo fue probado en cerdos, se tardó una hora aproximadamente para que toda la insulina ingresara en la sangre y no causara ninguna reacción adversa.
Actualmente, la píldora puede administrar la dosis que tendría que inyectar una persona con diabetes tipo 2, pero se necesitan más investigaciones y ensayos clínicos antes de poder administrar la cápsula a pacientes con diabetes en la vida real.
La insulina en sí misma es un péptido, una cadena corta de aminoácidos, y los investigadores dicen que su dispositivo también podría usarse para administrar otros tipos de péptidos, como los inmunosupresores utilizados para tratar la artritis reumatoide y la enfermedad inflamatoria intestinal.
Los investigadores trabajan ahora para mejorar su cápsula y determinar la mejor manera de fabricarla. «Nuestra motivación es hacer que sea más fácil para los pacientes tomar medicamentos, en particular aquellos que requieren una inyección», afirma el autor principal, Giovanni Traverso.