Pasar mucho tiempo delante de una pantalla daña el cerebro de los niños
Un estudio realizado por los Instituos Nacionales de la Salud (NIH), de Estados Unidos, está investigando cómo estar constantemente rodeado de pantallas podría afectar la salud de los niños. En 21 estados a lo largo del país, los investigadores han entrevistado a más de 11.000 niños de 9 y de 10 años de edad, además de escanear sus cerebros.
Usando imágenes de resonancia magnética, los científicos encontraron que los niños que pasan más de siete horas al día pegados a pantallas (ya sean ordenadores, televisores, pantallas de algunos juguetes, tabletas, teléfonos móviles…) tienen cambios notables en la estructura cerebral, sobre todo en la corteza. Esa es la capa externa del cerebro que se encarga de procesar la información de los cinco sentidos», explica el doctor Gaya Dowling, del NIH.
Si bien tendremos que esperar para ver exactamente cómo afecta esto a los niños, o si lo hace, los investigadores sí que encontraron un efecto secundario preocupante: les fue peor en las pruebas realizadas de pensamiento y lenguaje, lo que sugiere que demasiado tiempo delante de las pantallas tiene un efecto negativo en la cognición.
Como el estudio pretende observar los efectos del tiempo frente a la pantalla durante un tiempo significativo, quedan por ver más detalles sobre los impactos y cómo podrían afectar a la vida de una persona más adelante.
Ya sabemos que nuestra obsesión con las pantallas podría estar dañando nuestra salud, pero aún necesitamos más investigaciones para determinar la extensión exacta. Un estudio de agosto encontró que la luz emitida por las pantallas puede acabar matando literalmente las células de nuestras retinas. Otros estudios han demostrado que la luz de las pantallas hace que los niños y adolescentes duerman menos, y que la calidad a la hora de dormir sea peor.
La Academia Americana de Pediatría sugiere que los niños menores de 18 meses se mantengan alejados de las pantallas, mientras que los de 2 a 5 años deben usar pantallas de alta calidad durante no más de una hora por día. El tiempo de pantalla debe ser limitado para mayores de seis años, y no debe permitirse que interfiera con el sueño o el ejercicio.