Las remotas islas del archipiélago de Vanatu, en medio del océano Pacífico, están escasamente pobladas. Estas pequeñas aldeas se encuentran dispersas en una serie de islas, rodeado por el basto océano y algunos terrenos montañosos, incluso con algunos volcanes por la zona. Prácticamente inaccesible.
No hace falta decir que dar atención médica adecuada es difícil; de hecho, uno de cada cinco niños en Vanuatu no tienen las vacunas esenciales para la infancia, según UNICEF. Pero los drones podrían dar una nueva vía de suministros médicos.
UNICEF anunció el pasado martes que él y varios socios habían suministrado con éxito una vacuna a Cook’s Bay, en la isla de Erromango, donde se había utilizado para vacunar a un niño de un mes contra la hepatitits y la tuberculosis. El dron tuvo que volar más de 40 kilómetros para llegar a su destino, sobrevolando un terreno montañoso accidentado en el centro de la isla.
«Esto es un gran salto para la salud mundial», afirma la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. «La primera entrega de vacunas tiene un enorme potencial no solo para Vanuatu, sino también para miles de niños que están pidiendo vacunas en todo el mundo».
El dron entregó vacunas para 13 niños y cinco mujeres embarazadas. La entrega fue el resultado de un esfuerzo conjunto entre UNICEF, socios privados y el gobierno local de Vanuatu. UNICEF promocionó el vuelo como «el primer contrato comercial para entregar vacunas con drones».
Estas remotas islas del Pacífico Sur están buscando integrar los drones como una forma de transportar vacunas y otros suministros a largo plazo de forma segura.
