Una especie de ranas casi desaparece por un hongo mortal… pero evolucionaron
En 2004, las ranas de El Copé, en Panamá, comenzaron a morir por miles. El culpable: Batrachochytrium dendrobatidis. En pocos meses, aproximadamente la mitad de las especies nativas del área se extinguieron a nivel local. No obstante, de repente sobrevivieron.
Una nueva investigación, que aparece en la revista Ecologial Applications, sugiere que las ranas experimentaron cambios ecológicos y/o evolutivos que permitieron que sus comunidades persistieran, a pesar de la gran pérdida. Esto también son buenas noticias para otros lugares donde habita este hongo, como Australia y otros países de Sudamérica.
«Nuestros resultados son realmente prometedores porque nos llevan a la conclusión de que la comunidad de ranas de El Copé se está estabilizando y se alejan de la extinción», afirma la autora principal Graziella DiRenzo, investigadora postdoctoral de la Universidad Estatal de Michigan.
Los investigadores sugieren que la comunidad de El Copé se estabilizó a través de un efecto conocido como «rescate eco-evolutivo»: algunas especies son más propensas a tolerar otras especies altamente infecciosas, mientras que otras murieron y dejaron de contribuir a la propagación del patógeno.
Si esta comunidad de ranas se ha estabilizado en esta zona, los investigadores deducen que es probable que lo mismo ocurra en otros lugares del mundo, incluso cuando la infección ha reducido el número total de especies y/o individuos.
«Si suficientes especies de ranas de un lugar determinado pudieron sobrevivir y persistir, entonces, con suerte, algún día, una nueva comunidad de ranas reemplazará todo lo que se perdió», añade la misma experta.