El cannabis es más dañino en el cerebro de los adolescentes que el alcohol
Un nuevo estudio sugiere que fumar cannabis afecta a los adolescentes más que beber alcohol. Parece ser que la marihuana afecta al pensamiento, la memoria y el comportamiento incluso después de que se deje de consumir.
La investigación, publicada en la revista American Journal of Psychiatry, hizo un seguimiento de 3.826 estudiantes a partir de los 13 años en Montreal, estudiándoles durante un período de cuatro años. Cada año les hacían preguntas sobre su consumo de cannabis y alcohol, y utlizaban pruebas cognitivas para estimar sus habilidades cerebrales. Luego compararon cómo las dos sustancias afectaron los resultados de estas pruebas.
Tres cuartas partes de los adolescentes entrevistados admitieron beber alcohol de forma ocasional, mientras que el 28% afirmaron consumir cannabis. Pero mientras que la fracción de usuarios era menor, los efectos de la droga fueron mayores y de mayor duración, y fueron proporcionales al consumo de marihuana.
Mostraron que fumar marihuana afecta la memoria de trabajo, el control de la inhibición y el razonamiento. Sus efectos fueron independientes de los efectos relacionados con el alcohol. Pero esto no quiere decir que el alcohol sea «bueno»: ambas sustancias conducen a problemas comunes relacionados con el aprendizaje, la atención y la toma de decisiones.
«Sus cerebros aún no se están desarrollando, y el cannabis interfiere con esta situación», afirma la profesora y autora principal, Patricia J. Conrod, a la BBC. «Deberían retrasar el uso del cannabis todo el tiempo que puedan», añade.
Los efectos que el consumo de cannabis tiene en el cerebro de una persona no son los mismos para todos y dependen de varios factores: la edad del fumador, la frecuencia, la dosis… Los hallazgos anteriores sugieren que el cannabis puede causar cambios en la actividad y estructura del cerebro, especialmente si se usa durante años. Por ejemplo, puede afectar al desarrollo de la materia blanca del cerebro, que es importante en la transmisión de señales nerviosas.
Los estudios también han analizado la conexión entre el consumo de cannabis y la enfermedad mental. Se han encontrado algunas correlaciones en varios estudios, pero el vínculo no es sencillo, ya que hay muchos factores involucrados. Incluso la idea de que el consumo de cannabis aumenta el riesgo de psicosis debe tomarse con precaución. Si bien puede contribuir, hay otros factores: antecedentes familiares, predisposición genética y abuso infantil.