Nueva York y su isla imposible de visitar
A poco más de un kilómetro de Manhattan, uno de los lugares más codiciados y densamente poblados del planeta, se encuentra una misteriosa isla que la gente abandonó hace más de medio siglo. «North Brother Island» es, según los autores de un reciente estudio de la Universidad de Pensilvania, «uno de los lugares naturales y patrimonio más extraordinarios y menos conocidos de la ciudad de Nueva York».
Para el público de a pie es ilegal pisar tanto esta isla como su compañera de al lado, South Brother Island. Pero en 2017, los productores del Scientific Channel obtuvieron el permiso de la ciudad para visitarla. Y la historia de esta pequeña expedición se emitió en el programa «What on Earth?», un popular programa de televisión que ahora se encuentra en su cuarta temporada.
A nadie se le permite visitar la isla sin el permiso del Departamento de Parques y Recreación de la Ciudad de Nueva York, que administra el sitio como un santuario de aves. Al llegar a la isla, se navega alrededor de soportes de muelles podridos, como si fuera a colapsar en cualquier momento. La isla fue reclamada por primera vez en 1614 y habitada en 1885, y su historia está plagada de muertes, enfermedades…
Por ejemplo, en junio de 1904, un barco de vapor llamado ‘General Slocum’ estalló en llamas y se hundió en la zona. Aunque sobrevivieron 321 personas, los cuerpos de 1.021 pasajeros que fallecieron se quedaron durante días en la tierra de la isla.
El edificio más grande de la isla fue uno de los últimos en completarse: el Pabellón de la Tuberculosis. Es un edificio de cuatro plantas y 25.000 metros cuadrados que se diseñó para albergar a personas enfermas de tuberculosis, pero luego estalló la Segunda Guerra Mundial. La instalación, con un coste de más de un millón de euros, terminó en 1943 y nunca trató a pacientes tuberculosos; en cambio, albergó a veteranos de la Segunda Guerra Mundial.
Los propietarios de la isla trataron de reinventar la zona como un campamento de rehabilitación para adolescentes con problemas, desde el 1952 hasta el 1963. Pero los pacientes no recibieron la ayuda que necesitaban cuando regresaban a sus hogares de estadías de tres a cinco meses. El programa fue considerado un fracaso.
La isla se abandonó el año 1963, y luego la ciudad se hizo cargo de ella. La falta de gestión lo convirtió en un motivo de saqueo; hasta el día de hoy, todavía es una duda si se permitirá que la gente pueda pisarla de nuevo.