La tectónica de placas es una de las características más únicas que distinguen a nuestro planeta del resto del Sistema Solar, pero no ocurrirá para siempre. Un grupo de investigadores estiman que, en base a los cambios en los últimos 3 mil millones de años, las tectónicas dejarán de moverse aproximadamente en 1,45 mil millones de años.
La tectónica de placas es el movimiento lento pero continuo de grandes segmentos de corteza terrestre. Algunas placas se hunden debajo de las otras, mientras que se separan, y otras chocan. Estos movimientos son responsables de la creación de montañas, pueden causar terremotos, volcanes…
No está claro cómo comenzó la tectónica, pero la posibilidad de que se detenga ha ido planteándose desde hace un tiempo. En esta última investigación, publicada en la revista Gondwana Research, Cheng Qiuming, de la Universidad de Geociencias de China, intentó calcular cuándo era posible que terminase cualquier movimiento significante en la corteza terrestre.
Construyeron un modelo de cómo las actividades del manto han cambiado en el pasado y trataron de extrapolar lo que eso nos dice sobre el futuro. El estudio muestra tanto la intensidad como la repetición de la actividad principal debajo de la corteza en el manto en los últimos miles de millones de años. El investigador ha interpretado esto como una tendencia general de enfriamiento del manto. En 1,45 mil millones de años, la temperatura del manto ya no será lo suficientemente alta como para que fluya; sin ese movimiento interno, las actividades en la superficie, como la tectónica de placas, cesará.
La tectónica de placas es el mecanismo mediante el cual el interior de nuestro planeta expulsa el calor, por lo que el manto se enfría con el tiempo. Sin tectónica de placas, no será solo un adiós a volcanes y terremotos, de lo que podríamos prescindir, sino también a montañas. Sin él, la erosión hará que en unos pocos millones de años, incluso el pico más alto quedará quedándose en una pequeña colina redondeada.
