Una caloría es una unidad de energía, generalmente expresada como kilocalorías (kcal), para calcular el contenido de energía en alimentos. La teoría detrás de las comidas con calorías negativas es que algunos alimentos tienen un menor contenido de estas calorías (energía) que la cantidad de energía que se necesita para digerir y absorber los alimentos en el cuerpo. Puede sonar plausible, pero, en realidad, incluso los alimentos más bajos, como el apio, contienen más calorías de las que se necesitan para descomponerlas y absorberlas en el cuerpo.
Nuestras necesidades energéticas se componen de tres componentes:
- La energía necesaria para mantener un cuerpo en reposo, que es la energía necesaria para que nuestro cuerpo lleve a cabo sus procesos básicos para que podamos vivir.
- El efecto térmico de comer, que es el aumento en la tasa metabólica después de comer, mientras que los alimentos se digieren y se absorben.
- Energía adicional necesaria para la actividad y el ejercicio.
De esto, el efecto térmico utiliza la menor cantidad de calorías (alrededor del 10% de las que consumimos); en otras palabras, aproximadamente una décima parte de lo que comemos se utiliza para procesar nuestros alimentos: masticar, moverlo a través del sistema digestivo, absorber sus nutrientes y almacenar la energía excesiva.
Los alimentos como el apio, el brócoli, los tomates o el pepino se han publicitado como alimentos con calorías negativas, pero no hay evidencias científicas que respalden esta idea. A pesar que sí es cierto que tienen muy pocas calorías, aún se necesita menos energía que la que proporcionan para procesarlos. Esto se debe a que contienen grandes cantidades de agua y fibra, que tienen un coste de energía muy bajo.
Estos alimentos son muy útiles para personas que están tratando de adelgazar, ya que contienen un bajo número calórico. Para perder peso, las personas necesitan consumir más energía que la energía (calorías) que comen y beben, pero es difícil.
Lamentablemente, los alimentos con calorías negativas son un mito, y no hay manera fácil de adelgazar y mantenerlo a largo plazo. Hay que realizar una dieta equilibrada, con un alto contenido de frutas, verduras y pescados, y realizar ejercicio, todo de forma saludable.
