Fuera de Danang, en el complejo montañoso de Bà Nà Hills, un puente dorado parece suspendido en el aire por un par de manos gigantes que lo elevan hacia el cielo. El puente, de poco más de 150 metros de largo, se abrió en junio del año pasado como parte del continuo desarrollo del jardín Thien Thai.
El puente está alzado a casi 1.500 metros sobre el nivel del mar, y su camino está bordeado de crisantemos morados para darle un toque colorido. La Corporación TA, basada en Ho Chi Mihn, es la responsable del concepto que marca el nuevo paisaje, aunque no se ha publicado ningún arquitecto a la pieza, ya terminada. Ahora, los 1,5 millones de visitantes que acuden a Bà Nà Hills podrán disfrutar de esta nueva atracción.
Según los informes, la estructura forma parte de una inversión de dos mil millones de euros para traer a más turistas al área.
