Hay ciudades en Europa que están extremadamente contaminadas: un ejemplo es Londres, que en solo un mes, alcanzó el límite de contaminación del aire establecido por la UE durante todo 2018. Pero la remodelación del mobiliario urbano espera echar una mano en la gran batalla que tiene la capital británica para volverse más «eco friendly».
La empresa alemana Green City Solutions ha «plantado» su City Tree en Londres, a pocos metros del famoso Piccadilly Circus. Es una especie de híbrido entre un banco de ciudad, un filtro de succión de contaminación y un dispositivo inteligente de seguimiento y monotorización del entorno.
Funciona utilizando una combinación de plantas y musgos que eliminan de forma natural el polvo, el dióxido de nitrógeno y los gases de ozono del aire circundante. También está conectado a internet, que proporciona datos sobre los niveles de contaminación, la humedad, la temperatura y la calidad del agua. Además de todo esto, ha sido diseñado para resistir al vandalismo y cuenta con paneles solares para satisfacer sus demandas eléctricas.
Aunque es pequeño, este dispositivo afirma tener el mismo beneficio para el ecosistema que un bosque de 275 árboles, filtrando 240 toneladas de dióxido de carbono por año, eso sin incluir todas las demás partículas de materia fina y dióxido de nitrógeno, también perjudiciales para la salud.
Si bien este banco no resolverá todos los problemas de Londres, es un gran ejemplo de cómo con un interesante diseño, con tecnología y con ganas de resolver problemas, se puede poner solución a los desafíos ambientales de las grandes urbes.
«No hay una solución simple, por lo que junto con nuestro trabajo y con la imposición de Londres de reducir el número de vehículos, queremos dar un serio paso hacia adelante», afirma James Cooksey, director del Londres Central. «Soñamos con crear una infraestructura climática para que podamos regular qué tipo de aire tenemos en una ciudad», concluye.
