El pequeño cerebro de un antepasado extinto se parece mucho a los nuestros
Cuando los expertos en arqueología anunciaron el descubrimiento del Homo naledi hace unos cuantos años, este homínido de aspecto primitivo sacudió el mundo antropológico. Pero ahora los investigadores sugieren que, a pesar de las diferencias físicas, los cerebros de estos pequeños homínidos son notablemente similares a los nuestros, lo que plantea dudas sobre la inteligencia y su evolución.
Los investigadores pudieron reconstruir el aspecto del cerebro de este homínido extinto debido a la asombrosa riqueza de fósiles de Homo naledi. Esto incluye una increíble serie de cráneos fósiles que aún registran partes de la huella del cerebro en el interior, conocido como endocast, que ha permitido a los investigadores formar un molde completo del cerebro.
Esto puede dar a los expertos pistas sobre la superficie del cerebro, permitiéndoles compararlo con el nuestro. Un fragmento del cráneo, por ejemplo, muestra imágenes sorprendentemente claras del lóbulo frontal izquierdo del cerebro.
El resultado indica que, a pesar de que se creía que el Homo naledi era un animal parecido a un mono, sus cerebros son muy similares al de los humanos modernos. Cuando se compara con otros miembros del género, como el Homo erectus, Homo habilis e incluso los Homo floresiensis, está claro que todos tienen lóbulos frontales muy similares. Por el contrario, antepasados anteriores como el Australopithecus africanus tenían un cerebro más similar a los simios.
«Es muy pronto para especular sobre lenguaje o comunicación de los Homo naledi«, explica el coautor Shawn Hurst, «pero a día de hoy el lenguaje humano se basa en esta región cerebral«.
Estamos acostumbrados a pensar que fue nuestro gran cerebro el que nos brindó nuestra inteligencia; pero este último trabajo se suma a las crecientes evidencias de que no es cuán grande sea un cerebro lo importante, sino la morfología y la química que haya dentro de él.