Una especie de pájaro utiliza el olor para atraer a sus parejas
Un nuevo estudio publicado en Behavioral Ecology ha revelado ciertas dudas que existían sobre un tipo de ave: el mérgulo empanechado (Aethia cristatella). Lo primero, se dudaba de que las aves tenían sentido del olfato y, si lo tenían, para qué lo usaban. Pues bien, este animal, de las islas Shumagin, de Alaska, no solo tienen función olfativa, sino que los machos lo utilizan para aparearse.
Los investigadores sabían que, como muchas especies, los machos con las crestas más grandes ganaban el «duelo» para quedarse con los ejemplares hembra. Pero, a diferencia de otras especies que muestran un plumaje extremo, la elegante cresta de los mérgulos no es demasiado exuberante, por lo que quizá no era el mejor indicador para las aptitudes físicas.
Sin embargo, estas aves emiten un fuerte olor cítrico, incluso picante, que los investigadores de la Universidad de Alaska sospechaban que estaba relacionado con su éxito sexual.
«El olor a cítricos es increíblemente intenso«, informa a National Geographic el biólogo Hector Douglas, que es también uno de los autores del estudio. «Son los pájaros que conozco que huelen más fuerte».
Para probar esta teoría, Hector y sus colegas capturaron docenas de aves y las colocaron una por una en una cámara para tratar de cuantificar la fuerza de su aroma.
El olor, que se secreta a través de las plumas del cuello de los machos, produce un compuesto llamado aldehído, que se encuentra en las cortezas de frutas cítricas, y se utiliza a menudo en perfumes. Luego, los investigadores midieron la condición física de las aves a través de una prueba de esfuerzo, determinando la velocidad con la que estos pájaros activan una hormona llamada corticosterona. Cuando más rápida es la respuesta, más en forma está el pájaro.
Una vez analizados los resultados, los expertos se dieron cuenta de que las aves con crestas más grandes también producían una mayor cantidad de aroma cítrico, y las aves con el aroma más fuerte producían la corticosterona más rápido, lo que indicaba que el aroma funcionaba como un indicador de la idoneidad de la pareja.
Esto, según los expertos, muestra que algunas aves no solo dependen de la vista y el sonido para medir cuán ideal es su pareja, sin que también el olfato. Lo que sí se desconoce, sin embargo, es porqué el olor cítrico.