Escapadas literarias: dormir en la misma habitación que Cervantes, Hemingwey o Flaubert
Cuando organizamos un viaje, hay cosas más allá de ver monumentos famosos, ciudades o playas masificadas; algunos buscan sensaciones, experiencias, sentimientos… o inspiración. Porque si eres amante de la lectura, del arte o eres escritor y te enfrentas a un papel vacío, ahora podrás dormir en la misma habitación en la que lo hicieron varios de los mejores escritores de la historia.
Allí donde se soñó Don Quijote de la Mancha, Charlie y la Fábrica de Chocolate, Frankenstein, El Gran Gatsby o Madame Bovary. Bajo el mismo techo que las mentes más brillantes de la literatura tuvieron las ideas para sus obras maestras. Holidu, el buscador de apartamentos y alquileres vacacionales, ha revisado y elaborado una
lista de alojamientos que han hospedado a algunas celebridades de la literatura.
Barri Gòtic, Barcelona, España. Miguel de Cervantes, «Don Quijote de La Mancha«
Aunque Cervantes no quisiera acordarse de dónde vivía aquél «hidalgo de los de lanza en astillero…«, seguramente el escritor madrileño jamás pudo olvidar las encantadoras calles de la ciudad condal. Entre ellas el Barrio Gótico, el núcleo más antiguo de Barcelona que parece diseñado a propósito para que quieras perderte por sus callejuelas y encontrar inspiración en cada rincón.
Miguel de Cervantes era un enamorado de la ciudad y, en sus calles, basó la segunda parte de la novela española más famosa de todos los tiempos. En uno de sus viajes a Barcelona, se hospedó en un apartamento en el Paseo Colón, a pocos metros de la playa, en un lugar ahora protegido por la UNESCO por su valor como patrimonio artístico.
Cilento, Campania, Italia. Ernest Hemingway, «El Viejo y el Mar«
El carácter rural, el buen clima e Italia en general, fueron el reclamo de uno de los viajes que hizo ‘Le Grande Capitan‘, llamado así por sus compañeros de un grupo paramilitar en la Segunda Guerra Mundial. En dicha zona puedes explorar el Parque Nacional y la bella arqueología, con una gastronomía que te dejará un buen sabor de boca hasta semanas después.
El estadounidense alquiló una pequeña casa rural entre Pioppi y Acciaroli, donde se cuenta que Hemingway pasó sus días haciendo pesca de mar profundo.
Tenby, Pembrokeshire, Gales. Roald Dahl, «Charlie y la Fábrica de Chocolate»
El autor galés, de descendencia noruega, elegía Tenby para pasar las vacaciones con su madre. De ellas sacó sus mayores inspiraciones, pues varias son las novelas en las que Roald trata la temática nórdica, los mitos sobre brujas, trolls y demás. Su ardua vida (perdió a su padre con tres años y se alistó para combatir en la Segunda Guerra Mundial), le hizo tener un humor ácido y negro, que se pueden leer en novelas archiconocidas como ‘Charlie y la Fábrica de Chocolate‘ o ‘Matilda’.
Cerca de su hospedaje queda Caldey, una isla considerada sagrada por los monkes cistercienses y, también, próximo al Parque Nacional.
Dukes, Londres, Reino Unido. Ian Fleming, «James Bond«.
No muy lejos de Gales también veraneaba el autor de 007 e hijo de familia aristocrática, Ian Fleming. La elegancia que caracterizaba a sus allegados fue perfectamente trasladada a una de sus obras más famosas, James Bond.
Cerca de la Biblioteca Británica, hay un apartamento en Dukes, que era el capricho del espía británico. El también periodista popularizó el Vesper Martini (agitado, no revuelto), y el bar ofrece su bebida preferida en honor al famoso autor. ¿Qué mejor lugar para disfrutar de una escapada a Londres?
Parque Nacional Snowdonia, Gwynedd, Reino Unido. Mary Shelley y Percy Bysshe Shelley, «Frankenstein»
La novelista inglesa Mary Shelley (autora de Frankenstein) y su esposo Percey Shelley amaban el Parque Nacional de Snowdonia. Allí, seguramente, encontraron la inspiración para sus populares novelas.
En su apartamento, el Plas Tan-Yr-Allt, cuentan que una noche, el marido de Mary Shelley, molestó tanto a los vecinos que le dispararon desde una ventana. Nunca más volvieron a pisar Gales…
Negresco, Niza, Francia. F. Scott Fitzgerald, «El Gran Gatsby«
Niza es una de las ciudades más preciosas de la Costa Azul. Su encanto encandiló a Fitzgerald, y no era el único: también otros como Hemingway o H.G. Wells eran autores que buscaban inspiración en las playas francesas.
El autor estadounidense se hospedó en un apartamento para dos personas en el Negresco, pudiendo perderse por la preciosa riviera francesa.
Azenhas do Mar, Colares, Portugal. Paul Auster, «El libro de las ilusiones»
El autor, poeta y guionista postmodernista, que recibió el Premio Príncipe de Asturias en 2006, tiene en la Península Ibérica uno de sus escapes vacacionales favoritos. Por aquellos lares encontró la influencia de la coincidencia en las historias, del fracaso y la metaficción. Por la zona, un reclamo especial: el castillo Quinta de Regaleira.
La casa, la Azenhas Do Mar Village, tiene en sus alrededores preciosos jardines y los monumentos de Sintra, también protegida por la UNESCO desde 1995.
Pont-l’Évêque, Normandia, Francia. Gustave Flaubert, «Madame Bovary»
Hay algunos autores que, en vez de pasar una pequeña estancia, prefirieron trasladarse de forma permanente a zonas para buscar la inspiración; este es el caso del autor francés Gustave Flaubert, que durante más de 20 años vivió en la orilla del lago de Pont-l’Évêque.
La flora y la fauna que rodea la casa, la Domaine de Geffose, sin duda influyó sobre las letras del autor, de corte naturalista, mundialmente conocido por ser autor de «Madame Bovary«.