En menos de tres años, un robot más grande que un SUV despegará de la Tierra en dirección planeta rojo: Mars 2020. El droide aterrizará lentamente en paracaídas sobre la superficie de Marte, y una vez se pose allí, se convertirá en la tecnología más moderna que ha pisado nuestro planeta vecino. De hecho, tendrá más cámaras que cualquier otro robot explorador que haya ido antes.
Sus 23 cámaras superarán en número a las 6 del Curiosity, las 13 del Oportunity y del Spirit’s, y las 20 del Sojourner’s. Las mejoras en las lentes, facilitadas por los avances en la ingeniería espacial, darán a los investigadores una mejor visión de Marte, además de ahorrar tiempo y facilitar el agotador proceso de programar tareas en el planeta rojo
Actualmente, para planear un día de trabajo en el Curiosity, son necesarias hasta 8 horas para que los científicos del JPL de la NASA procesen la información del día anterior, planeen las tareas del día siguiente, diseñen esos proyectos, los agrupen en instrucciones digitales y envíen más instrucciones a Marte.
Los ingenieros se tiran hasta una hora solo procesando las imágenes que el Curiosity envía de vuelta, uniendo fotos de gran angular o alineando imágenes en estéreo que permita a los humanos deducir información sobre la profundidad a partir de imágenes bidimensionales.
«Para cosas como conducir u operar el brazo, tomamos una foto con la cámara izquierda y otra con la derecha», afirma Justin Maki, científico de imágenes de Marte 2020. «Luego unimos píxeles entre las dos imágenes para crear una imagen 3D del terreno; debido a que tenemos estas lentes de campo más amplias, terminamos con mapas de terreno estéreo de mejor calidad».
El plan de Justin y su equipo para la próxima misión es comprimir toda la línea temporal diaria en cinco horas, en parte aprovechando las cámaras más pequeñas, más baratas y más potentes del nuevo robot.
«Cuanto más corta es la línea de tiempo, más posibilidades tienes de planear la puesta a punto. Algunos días al trabajo por la mañana y el plan del día anterior no ha terminado de ejecutarse».
Una ventana de tiempo más pequeña, de unas cinco horas más o menos, significa que la información puede ser enviada y recibida en una jornada normal de trabajo, lo que no sería posible sin las lentes de gran angular de la cámara.
