El músico y artista Pablo Carlos Budassi ha tratado de encapsular todo el cosmos en una sola imagen. Para crear esta increíble obra cartográfica, el autor combinó imágenes de varios de los telescopios y rovers de la NASA con mapas logarítmicos del universo creados por astrónomos de la Universidad de Princeton.
Los mapas logarítmicos son capaces de encapsular grandes áreas dentro de gráficos manejables ya que disminuyen en escala a medida que se mueven hacia afuera desde el centro de la imagen, lo que significa que los objetos en el medio del mapa se muestran en una escala mucho mayor que en los bordes. Como tal, las vastas distancias de los confines del universo se condensan en un área relativamente pequeña en el mapa.
La imagen presenta el Sistema Solar en su centro, más allá de la cual se encuentra una región de objetos helados conocidos colectivamente como la Nube de Oort. El siguiente anillo muestra la Vía Láctea, así como una serie de galaxias cercanas como Andrómeda.
Más allá, se puede ver la llamada red cósmica, una intrincada red de conexiones a lo largo de la cual están dispuestas las galaxias. Intercaladas con vastos espacios vacíos conocidos como, literalmente, ‘vacíos’, la red cósmica consiste en cadenas entrelazadas que proporcionan la estructura subyacente de todo el universo.
Todavía más hacia el borde del mapa se encuentra un anillo de radiación cósmica de fondo de microondas, que es la radiación más antigua del universo: dicen, de hecho, que son «restos» del Big Bang.
Finalmente, un anillo de plasma de quark-gluón rodea la imagen. Esta es la sopa de partículas que creó el Big Bang, y que llenó todo el universo durante los primeros microsegundos de su existencia.
Pablo Carlos Budassi ha afirmado que «primero se me ocurrió la idea de un mapa logarítmico del universo al hacer hexaflexágonos para el cumpleaños de mi hijo«. Estas son las estructuras de papel que contienen algunas caras ocultas, condensando grandes cantidades de información en un espacio compacto.
