Según una investigación publicada en la revista The BMJ, beber café es más probable que beneficie la salud que la perjudique. El estudio ha revisado más de 200 artículos y descubren que beber de tres a cuatro trazas de café se asocia con un menor riesgo de muerte súbita y de enfermedades cardíacas. También, se relaciona con un menor riesgo en algunos tipos de cáncer, diabetes, enfermedades hepáticas y demencia.
Anteriormente, los estudios eran puramente observacionales y se proporcionaba unas evidencias de menor calidad, por lo que no se podía sacar relaciones de causa-efecto. Afirmaban, sin embargo, que salvo en el embarazo el café parecía seguro dentro de los patrones habituales de consumo.
Sin embargo, un equipo de la Universidad de Edimburgo y de la Universidad de Soutahmpton querían entender mejor los efectos del consumo de café en la salud, y llevaron a cabo una revisión global de 201 estudios observacionales y de 17 estudios con ensayos clínicos realizados en varios países y con poblaciones diferentes.
El consumo de tres tazas de café al día se asoció a una reducción en el riesgo de muerte súbita, en comparación con aquellos que no lo bebían. Aumentar el consumo por encima de tres tazas no se asoció con ningún tipo de daño, pero el efecto beneficioso era menos pronunciado. También, encontraron asociaciones beneficiosas entre el consumo de café y la enfermedad de Párkinson, la depresión y la enfermedad de Alzheimer.
Pero en una editorial vinculada, Eliseo Guallar de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins dice que, aunque podemos estar seguros de que la ingesta de café es segura, nadie debería recomendarla para prevenir enfermedades ni la gente debería comenzar a beberlo por razones de salud.
Lo que está claro con ambos escritos es que aún existe un hondo desconocimiento sobre los efectos del café en la salud, y aunque se sepa que no tendría por qué ser nocivo, aún se desconoce qué exactamente tiene de beneficioso, en qué proporciones y en qué modo.
