En estudios realizados en EEUU, un puñado de investigadores han estado analizando cómo la psicoterapia asistida por la MDMA puede ayudar a curar el daño psicológico y emocional causado por los acosos sexuales, la guerra, los crímenes violentos y otros traumas. Ahora, los reguladores federales estadounidenses han aprobado que la droga se use en ensayos clínicos a gran escala, un movimiento que podría sentar las bases para la fabricación de MDMA legal y disponible como una medicina.
Los ensayos, ya en fase 3, implicarán al menos a 230 pacientes, y serán organizados por la Asociación Multidisciplinaria para Estudios Psicodélicos (MAPS), una organización que aboga por el uso médico de diversas drogas, incluyendo la MDMA. La organización ha financiado ensayos de seguridad de la misma droga en el pasado, y en un estudio piloto con 19 pacientes con trastorno de estrés post-traumático, más de la mitad experimentaron una reducción en los síntomas durante seis años después de recibir tres dosis de MDMA.
Los sujetos del estudio afirmaron que el tratamiento asistido fue realmente útil, pero a veces era realmente duro. Varios pacientes también describen que la droga les ayudó a superar ciertos sentimientos reprimidos.
Los resultados no sorprenden a los expertos: la MDMA se sabe que tiene efectos en la amígdala, el centro de procesamiento emocional del cerebro. Es por eso que la droga aumenta los sentimientos de confianza y comprensión, y reduce el miedo (en el formato médico, sin otros fuertes efectos secundarios alucinógenos típicos de las drogas psicodélicas).
El químico Alexander Shulgin reconoció por primera vez el potencial médico de la MDMA hace más de tres décadas. En su investigación sobre la síntesis de compuestos psicoactivos, probó otras drogas en el laboratorio y utilizó su cuerpo como conejillo de indias. Más tarde, introdujo la MDMA a los psiquiatras bajo el pseudónimo de ‘Adam’, y el fármaco tuvo una gran aceptación como complemento para las sesiones terapéuticas. Pero una vez que llegó a los clubs de baile y fue socialmente conocido como una droga, la DEA (Adminsitración de Control de Drogas estadounidense) prohibió todos sus usos.
