Hay un montón de extraños volcanes en nuestro Sistema Solar: desde el volcán de hielo en Ceres hasta los que se encuentran en Venus. En Io, sin embargo, son increíblemente locos.
Estos volcanes infernales, que van desde «piscinas» del tamaño de una ciudad a los volcanes más típicos, están alimentados por «puntos calientes», torres de materiales sobrecalentados que se elevan desde las profundidades de un océano magmático. En la revista Icarus, investigadores de la Universidad de California han anunciado que han encontrado la friolera de 48 volcanes.
Quizá lo más sorprendente es el hecho que, según los datos obtenidos, cuando uno de los volcanes escupe lava puede causar una reacción en cadena que provoca la erupción de los demás, pudiendo activar a aquellos que están a más de 500 kilómetros de distancia. En la actualidad, no está del todo claro cómo puede ser posible.
«Ciertamente este proceso es plausible, ya que quizá ocurre lo mismo en la Tierra y aún no lo sabemos; quizá sí que haya una especie de ‘tuberías’ que conectan volcanes», afirma un estudiante graduado de la Universidad de Berkeley.
Además, también se ha encontrado un lago de lava de más de 200 kilómetros de diámetro, que incluso tiene olas. Imagina lo asombroso que tiene que ser ver un mar de fuego líquido.
Io es un satélite poco conocido donde parece que reina la furia iridiscente. Esta luna de Júpiter está cubierta de cientos de picos volcánicos que a menudo vomitan lava rica en azufre hasta alturas de cientos de kilómetros.
Todo este vulcanismo vivaz es accionado por un mecanismo conocido como calentamiento de marea. La danza orbital y la interacción de las lunas cercanas con Júpiter genera una fuerte atracción gravitatoria sobre las entrañas de Io. Esto produce fuerzas de fricción poderosas que funden la roca sólida en el magma a una velocidad asombrosa.
