Un nuevo método para descubrir exoplanetas
Un equipo internacional de astrónomos ha logrado obtener la imagen de varios objetos que orbitan alrededor de estrellas más grandes que nuestro Sol, gracias a un nuevo método de observación. Estos objetos, que están lejos de dichas estrellas, pueden ser tanto planetas como pequeñas estrellas, pero el hecho de poder verlas directamente da a los astrónomos una nueva perspectiva para encontrar exoplanetas en órbitas lejanas.
En el artículo que describe el cómo, publicado en la revista Astrophysical Journal, el equipo buscó compañeros lejanos de seis estrellas de masas intermedias. Encontraron que tres estrellas, Gamma Hya, HD 5608 y HD 109272 tienen compañeros estelares, que aparecieron en la imagen, con una masa de 61%, 10% y 28% de la masa del Sol, respectivamente. Estos compañeros se encuentran más allá de la distancia de Neptuno con el Sol.
Las otras estrellas también tienen compañeros, pero son demasiado débiles como para ser observados con la tecnología actual. Las estimaciones de los investigadores sugieren que Iota Dra, 18 Del y HD 14067 tienen exoplanetas con una masa de entre 30 y 60 veces la masa de Júpiter.
Para buscar estos objetos, los investigadores utilizaron un método llamado método de velocidad radial. Se analizó el movimiento de las estrellas generadas por el efecto gravitacional que ejercen los planetas: la forma y la intensidad de las oscilaciones cambian dependiendo de lo cerca y lo grande que es su compañero.
Los objetos cercanos generan una oscilación en forma de onda, pero si el planeta orbitante está más lejos de 1,5 millones de kilómetros de su estrella, la oscilación se parece más a una línea. El equipo tenía que comprobar que estas tendencias lineales que se encontraron en las estrellas eran debido a un objeto distante, por lo que los observó con el telescopio Subaru, en Hawaii.
Los astrónomos esperan que este método sea utilizado para descubrir otros muchos objetos distantes. Hasta ahora hemos confirmado la existencia de más de 3.500 exoplanetas, y cada nuevo hallazgo nos permite afinar nuestras teorías sobre la formación planetaria, para conseguir una mejor idea de cómo nació la Tierra.