1. La Luna.
Ahora que la humanidad sabe que la Luna no es un «observador» o un «Dios de la noche», ahora podemos observar y comprender los fenómenos que la acompañan. Fue todo un misterio para los antiguos griegos, y en su búsqueda de conocimiento, llevaron a cabo algunas observaciones interesantes que ayudaron a la humanidad a figurar la forma real de nuestro planeta.
Aristóteles se dio cuenta que, durante los eclipses lunares, la sombra de la Luna es redonda. Esta sombra es la de la Tierra, ya que ésta se coloca entre el Sol y la Luna, y es una prueba sobre la forma esférica de nuestro planeta.
2. Los barcos y el horizonte.
Si has estado en la playa este verano, es posible que hayas visto un fenómeno muy interesante: los barcos no sólo «aparecen» del horizonte, sino que «emergen» de debajo del mar. Este efecto óptico es una muestra de que el mundo es redondo: como describe la imagen de más abajo, el barco en el mar es como una hormiga trepando sobre una naranja; si la naranja está enfrente nuestro, podremos ver como ésta emerge lentamente desde el «horizonte» debido a la curvatura de la naranja. Si fuera plana, el efecto sería distinto: el barco simplemente «aparecería» de repente, viéndolo más tarde o más temprano dependiendo de la nitidez de tu visión.
3. La variación de las estrellas.
Esta observación fue hecha originalmente por Aristóteles, quien declaró que la Tierra era redonda observando las diferentes constelaciones, y viendo como cambiaban mientras se movía por el ecuador.
Tras regresar de un viaje a Egipto, Aristóteles observó que habían estrellas que se veían en el país africano y en Chipre, pero que no eran visibles en las regiones del norte. Este fenómeno sólo podía explicarse si los humanos veían las estrellas desde una superficie redonda. Aristóteles continuó y afirmó que la esfera de la Tierra «no era muy grande, pues de lo contrario, el efecto leve en un cambio de lugar no seria tan rápidamente evidente».
4. Los palillos y las sombras.
Si pegas un mondadientes al suelo, este producirá una sombra. La sombra se «mueve» a medida que pasa el tiempo (así funcionaban de los antiguos relojes de sombra, de hecho). Si el mundo fuera plano, dos palos en diferentes lugares producirían la misma sombra:
Los ratos de sol, representados por líneas amarillas, golpean los palillos, que son las líneas blancas. Si la Tierra fuera plana, las sombra resultante tendría la misma longitud, sin importar a qué distancia se colocaran los mondadientes.
Debido a que la Tierra es redonda, los palillos colocados en lugares diferentes arrojan sombras de diferentes longitudes.
5. Montar en avión.
Si alguna vez has volado en un largo viaje en avión, puedes notar dos cosas que te harán ver que la Tierra es esférica:
Los aviones pueden volar en una línea relativamente recta y no salirse de la atmósfera. Esto es por la curvatura de la Tierra y la acción de la gravedad.
También, si miras por la ventana en un vuelo trasatlántico, la mayoría de las veces puedes ver la curvatura en el horizonte.
6. Mirar otros planetas.
La Tierra es diferente a los planetas que hemos visto ahora, eso es cierto. Después de todo, tenemos vida, y no hemos encontrado ningún otro planeta que la tenga, de momento. sin embargo, hay ciertas características que comparten todos los planetas, y será bastante lógico suponer que si todos los planetas se comportan de una manera determinada, o muestran ciertas características, nuestro planeta también las comparte.
En otras palabras: si tantísimos planetas se crearon en diferentes lugares y con distintas circunstancias y muestran la mismas propiedades, lo más probable es que nuestro propio planeta tenga las mismas características. Todas nuestras observaciones muestran que los planetas son esféricos, ya que sabemos cómo se crean.
7. La existencia de husos horarios.
Este artículo se está escribiendo un domingo a las 16:00 horas de la tarde. El Sol está cayendo tras estar en su punto más álgido. Mientras, en Nueva York, son las 10 de la mañana y éste está levantándose en el firmamento. Sin embargo, en Sydney acaban de sobrepasar la medianoche, y las estrellas pueblan el oscuro cielo australiano.
Esto sólo puede explicarse si el mundo es esférico y gira alrededor de su propio eje. En un momento determinado, cuando el sol está brillando sobre una parte de la Tierra, el lado opuesto está oscuro. Eso permite a las diferencias y los husos horarios.
8. El centro de gravedad.
Hay un hecho interesante sobre la masa, y es que atrae las cosas a ella. la fuerza de atracción (gravedad) entre dos objetos depende de su masa y de la distancia entre ellos. Dicho de manera simple, la gravedad tirará hacia abajo hacia el centro de su masa a los objetos que estén cerca. Para encontrar su centro, hay que examinar el objeto.
Pensemos en una esfera. Sin importar donde pises en su superficie, tienes exactamente la misma cantidad de superficie debajo de ti (imagina una hormiga caminando alrededor de una bola de cristal), y del mismo modo, la gravedad tirará de ti de ls misma manera en todas partes.
Ahora pensemos en una superficie plana. El epicentro de la masa estará en la zona central, por lo que la fuerza de la gravedad no actuará del mismo modo si estás en el extremo del borde que en el centro.
Estoy seguro de que en Australia las manzanas caen hacia abajo, no hacia los lados…
9. Imágenes desde el espacio.
En las seis últimas décadas de la exploración espacial, hemos lanzado satélites, sondas, e incluso hemos puesto a personas en órbita. Algunos de ellos regresaron y transmitieron imágenes asombrosas de la Tierra. Y, sorpresa, sorpresa… en todas las fotos aparece esférica.
