Durante años, la ciencia ha tratado de avanzar en la biotecnología para producir cuero sintético, y ofrecer así una alternativa más sostenible. Desde una perspectiva ambiental, los animales son costosas de alimentar y criar, además de la crueldad de asesinarles para aprovechar sólo su piel, pero es un negocio rentable ya que aquellos adictos al lujo tienen una predilección por las vestimentas extraídas de animales.
Para hacer frente a este problema, la compañía Modern Meadow ha intentado hacer crecer piel sintética gracias a las células madres; otros han buscado productos sintéticos; y después, está el artista Phil Ross, fundador de Mycoworks, que está aprovechando la raíz densa de las setas, el micelio, para crear cuero. «En realidad es piel de seta», afirma.
Con un cultivo minucioso del micelio, midiendo variables muy sensibles como la temperatura, la humedad y la luz, Phil y su equipo son capaces de hacer ‘cuero’ que realmente parece y se siente como la piel de vaca, de serpiente y de avestruz. Dice que su ‘piel’ requiere menos energía, tiene un menor impacto ambiental y es biodegradable.
También, el tejido de hongo se puede modificar a medida que este va creciendo; esto puede hacer cosas increíbles, como añadir cremalleras y ganchos directamente en el hongo, o incluso cambiar la textura del material.
«Tiene una plasticidad no vista en pieles de animales», afirma Phil Ross. Aunque el artista aún está refinando su piel para que coincida con la durabilidad de la piel de vaca, recientemente ha mostrado al público su primera cartera hecha completamente con piel de setas.
