Se ha encontrado un sorprendente enlace entre las mujeres que se han extraído el apéndice y/o las amígdalas y su tasa de fertilidad, aunque los médicos están advirtiendo que no se procedan a realizarse dichas medidas si quieren quedarse embarazadas, puesto que aún hay mucho que investigar.
Si bien no es un causa-efecto, los investigadores creen que se podrían encontrar enlaces entre una supuesta relación entre la fertilidad y el apéndice. Dos estudios previos realizados en el Reino Unido han descubierto que aquellas mujeres que se sometieron a una apendicectomía tenían un aumento en la tasa de fertilidad de entre el 20 y el 54%.
La explicación podría encontrarse en si la mujer es susceptible a infecciones repetitivas del apéndice; al eliminar dicho órgano, se previene cualquier infección o inflamación, que podrían causar daños a las trompas de Falopio, que a su vez afectarían la fertilidad de la mujer. Para probar esto, los investigadores decidieron buscar en otro órgano linfoide: las amígdalas. Si la causa del aumento de la fertilidad tiene que ver con una reducción de la hinchazón alrededor de las trompas de Falompio, entonces sería razonable que la extirpación de las amígdalas no tuviera efecto. O al menos, eso creían.
Lo que encontraron fue, aún, más curioso. Se analizaron más de 500.000 mujeres que, o bien acababan de sufrir una apendicectomía, acababan de realizarse una amigdalectomía, ambos, o ninguno. Encontraron que de cada grupo, el 54% de aquellas que se operaron de apendicitis se quedaron embarazadas, al igual que el 53% de las que se retiraron las amígdalas, y un 60% de las que se habían realizado ambas operaciones. Cifras sorprendentes, en comparación con el 43% de las mujeres que no se habían operado de ninguna de las dos cosas y se habían quedado embarazadas.
«Los resultados de este estudio informan de una tasa de embarazo mayor y de más rapidez después de la apendicectomía, pero estamos más sorprendidos por encontrar que las eliminación de las amígdalas también aumentan las tasas de embarazo», afirman los autores.
Aunque la inclusión en la ecuación de las amígdalas resta importancia a la primera teoría supuesta para la explicación de este aumento de embarazo, la teoría podría no ser eliminada del todo. Tras la eliminación de estos órganos linfáticos, se podría reducir la cantidad de inflamación en el cuerpo, en general. Esto, argumentan, podría ayudar a la implantación del óvulo en el útero.
Por lo tanto, parece que podría ser una mezcla de factores. Pero una cosa es cierta: nadie debe de extirparse el apéndice o las amígdalas a menos que sea estrictamente necesario.
