¿Es útil reducir los hidratos de carbono en una dieta?
La pérdida de peso ya es complicada de por sí, con todas esas tentaciones acechándote: golosinas, dulces, aperitivos, helados, pizza, hamburguesas… Además, si a esto le sumamos que cada mes aparece una nueva dieta milagro en los medios de comunicación, hace que sea complicado y a veces insalubre conseguir perder peso.
Una de las tendencias de la mayoría de las dietas es la reducción de la cantidad de carbohidratos. La hipótesis detrás de este hecho es que su alto consume aumenta los niveles de insulina del cuerpo, lo que hace que este retenga grasa y suprima la quema de calorías. La palabra clave aquí es «hipótesis», ya que se ha demostrado muy poco sobre esta afirmación y no se ha llegado a la conclusión de que sea cierta. Un nuevo estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition ha llegado a la conclusión de que reducir los carbohidratos no afecta a la dieta.
Las dietas bajas en carbohidratos, en general, sugieren que consumes la misma cantidad de calorías que lo haces normalmente, pero sustituyendo a los hidratos de carbono (sobre todo si son azúcares refinados) por proteínas. Con el fin de probar la eficacia de esta dieta, los investigadores (dirigidos por el Instituto Nacional de Salud) dirigidos por Kevin Hall lograron encontrar 17 pacientes con sobrepeso y clínicamente obesos que estaban dispuestos a ser recluidos en un hospital durante dos meses, para así estar vigilados continuamente por un equipo de salud.
Durante el primer mes, se les dio una dieta similar a la que practicaban anteriormente, con grandes cantidades de carbohidratos. Para el mes siguiente, se les dio una dieta baja en carbohidratos pero con la misma cantidad de calorías.
La determinación de la eficacia en una dieta es muy difícil, y está sujeto a otros muchos factores que afectan a la capacidad de una persona para quemar calorías: hacer ejercicio, no tener una vida sedentaria… Como resultado, muchas dietas se basan en conjeturas pseudo-científicas.
Este estudio siguió lo que se llama el «estándar de oro», en el que las dietas y el ejercicio de cada paciente son estrictamente controlados. Concluyeron, pues, que una dieta baja en hidratos de carbono no es útil para perder peso.
«Vimos como la secreción de insulina diaria caía durante la primera semana y se mantenía en un nivel bajo», afirma Hall Vox. «Pero sólo vimos un pequeño aumento transitorio en el gasto energético el primer par de semanas de la dieta (baba en carbohidratos), y que, básicamente, se desvaneció al final del estudio».
Así pues, aunque sí se encuentra una pérdida de calorías, a medio-largo plazo el efecto desaparece. Incluso cuando se encontraba la bajada de insulina, los pacientes sólo quemaban un extra de 100 calorías por día.
A pesar de que tendrá que llevarse a cabo más estudios para dar más credibilidad a este resultado, muchos dietistas e investigadores afirman que las matemáticas son el factor clave para determinar la pérdida de peso (menos calorías ingeridas que calorías quemadas).